Escapó al Photoshop de la Iglesia Ortodoxa rusa El reloj de 23.000 € del Patriarca Kirill I que abochorna a la Iglesia Ortodoxa

Un reloj Breguet, valorado en 30.000 dólares -unos 23.000 euros-, ha sumergido a la Iglesia Ortodoxa rusa en una gran polémica.

Todo ha comenzado con una fotografía en la que se podía ver al Patriarca Kirill I con ese reloj en su muñeca, algo que despertó toda clase de criticas, sobre todo entre la oposición rusa, por lo ostentoso que resultaba.

Sin embargo, la fotografía desapareció y fue sustituida por otra en la que no se veía el reloj pero sí su reflejo en la mesa, por lo que la manipulación no hizo sino incrementar las quejas.

La iglesia se disculpó y optó por volver a colgar la fotografía original pero antes, el Patriarca Kirill insistía en una entrevista en que él nunca se había puesto el reloj y que todo se trataba de una manipulación, según informa «The New York Times».

Para el Patriarca, partidario de Vladimir Putin, este episodio le ha puesto en el ojo del huracán de los más críticos con el régimen, como es el caso de Aleksei Navalny, quien ha calificado el hecho de «vergonzoso», y de múltiples bloggers, quienes han denunciado la «hipocresía eclesiástica».

Por su parte, la Iglesia, tras eliminar la fotografía retocada, culpó a los editores de su servicio de prensa de lo que calificó de «error técnico» y, a través de un comunicado, informaba de una investigación sobre lo ocurrido: «Una grave violación de la ética interna se ha producido y será investigada a fondo. Los culpables serán severamente castigados».

Con todo, no parece que con esta disculpa se vayan a calmar los ánimos ya que cada vez es más creciente entre la sociedad rusa el malestar por el papel y poder que ha ido adquiriendo la Iglesia en los últimos años.

De hecho, ha llegado al punto de que, en las últimas décadas, se ha acercado cada vez más al Kremlin llegando a incluso a perecer una rama del Gobierno. Además, ha extendido su influencia en una amplia gama de ámbitos de la vida pública, tales como las escuelas, los tribunales y la política. (RD/Agencias)

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