Una de las principales festividades del Islam La Fiesta musulmana del Cordero

«El corte se debe realizar de derecha a izquierda», afirma Hassan Yahia. Este anciano es el encargado de matar el borrego. Tal como indica la tradición tiene que ser una persona con experiencia la que lleve a cabo el sacrificio. Así, tras colgar al cordero con la cabeza mirando a la Meca y rezar unos versículos del Corán, se degüella, según cuenta El Ideal.

El ritual lo ejecutan hoy miles de familias musulmanas melillenses, quienes celebran el Aid El Kebir, también conocida como Fiesta del Sacrificio o Fiesta del Cordero. Por ello es un día festivo para prácticamente la mitad de la población de Melilla, pues alrededor de 40.000 personas profesan esta religión. De hecho, el Pleno de la Asamblea de la Ciudad Autónoma ha aprobado que el próximo año sea día inhábil esta fiesta, cuya fecha de celebración depende del calendario lunar. Además del Palacio de la Asamblea, cerrarán los colegios y otras dependencias de la administración central en Melilla.

Esta conmemoración, también conocida como Pascua Musulmana, se caracteriza por la solidaridad y la generosidad. En teoría, cada familia mata un borrego y lo divide en tres partes, de las cuales una se regala y las otras dos se comen durante estos días.

Compartir

«Dependiendo de las posibilidades de cada persona se gasta más o menos», afirma el presidente de la Asociación Islámica Badr y secretario de la Comisión Islámica de Melilla, Samir Mohamed, quien destaca que la premisa básica es compartir. Al mismo tiempo, asegura que la crisis no empaña esta celebración. «Ocurre como todos los años, unos disponen de más dinero y otros de menos», aclara.

Y es que cada familia invierte alrededor de 250 euros en esta celebración, pues no solo se compra el cordero sino también todo tipo de fruta y dulces que se comparten, tanto con familiares como con amigos, «independientemente de la religión que profesen», puntualiza Mohamed. Prueba de ello es que por la tarde visitan a sus vecinos, muchos de ellos cristianos. «Se trata de compartir la jornada con aquellos que aprecias».

Aparte, los musulmanes melillenses tienen la oportunidad de asistir al rezo colectivo que se organiza a primera hora de la mañana en el Tercio de la Legión, donde además un imán imparte un sermón. Posteriormente, un matarife comienza su labor justo por el barrio de Cabrerizas, cercano a donde se realiza dicho rezo, una vez finalizado el momento de oración y reflexión.

Hasta mañana, como mínimo, dura esta fiesta, ya que los feligreses se reúnen «hasta que se acabe la carne», afirma el secretario de la Comisión Islámica de Melilla. «Un día comemos pinchitos, otro callos y al siguiente hígado». La celebración condiciona en gran medida a la ciudad autónoma. De ahí que en la frontera de Farhana se haya establecido durante toda la semana una unidad de control veterinario, ya que son muchas las personas con familia en Marruecos, que traen el cordero desde el país vecino a Melilla. Teniendo en cuenta esto, un veterinario se encarga de garantizar que los animales que pasen estén en perfecto estado.

El matadero municipal es otro de los lugares que ha contado con gran afluencia durante estos días. Allí se han degollado gran cantidad de borregos de cara a esta festividad.

Volver arriba