Pragmatismo: naturaleza materialista y consecuencias

PABLO MARTÍNEZ VILA

El pragmatismo busca una satisfacción inmediata de cualquier necesidad o deseo: el hedonismo. Esta característica se une a la primera, el egoísmo: ambas se han visto en los dos artículos anteriores. Al diseccionar el pragmatismo de nuestra sociedad, encontramos una tercera característica: valora el éxito según resultados tangibles, mensurables, en especial los que se pueden medir con números.


Las cifras son el tótem que, finalmente, determina el fracaso o el éxito de un proyecto. Todo se valora según los números. En este sentido podemos decir que es un sistema materialista. La primera conclusión del pragmático era: «Si no lo necesito, no lo quiero»; la segunda: «¿Por qué no ahora?». Este tercer aspecto lo podemos resumir con el dicho «los números cantan».

Los resultados valorados en cifras constituyen el criterio fundamental para decidir si algo va bien o mal, si funciona o no funciona. Vaya por delante que este criterio es lógico y aceptable en el mundo empresarial. Pero si se aplica de forma ilimitada v deshumanizada, el lugar de trabajo deviene una forma moderna y legalizada de esclavitud.

Los aspectos positivos del capitalismo pueden trocarse en un infierno si los únicos que cuentan son los números de la empresa.

Puede leer aquí el artículo completo de este psiquiatra, escritor y líder evangélico internacional, titulado Pragmatismo: naturaleza materialista y consecuencias
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