Ha fallecido el salesiano Antoni Domènech

(RD/Salesianos).-Esta mañana ha muerto en la residencia “Nuestra Señora de la Merced” de la casa salesiana de Martí-Codolar, Barcelona, el sacerdote salesiano Antoni Domènech y Corominas, después de una larga enfermedad. El sábado, en un viaje de urgencia, el Rector Mayor de los Salesianos, el P. Pascual Chávez, vino a Barcelona a celebrar con él la eucaristía, en una celebración muy emotiva. El P. Domènech había nacido en el barrio barcelonés de san Antonio el año 1943. Fue el primero de cinco hermanos, dos de los cuales también optaron por la vida religiosa (uno, salesiano misionero; una, salesiana). En los Salesianos de Rocafort, donde fue alumno entre 1949 y 1955, conoció la espiritualidad salesiana.

El año 1951 era confirmado en la parroquia de Nuestra Señora de Lurdes, en el barrio barcelonés del Poble Sec. El año 1955 ingresó en el aspirantado salesiano de Girona, haciendo posteriormente el noviciado en Arbós del Penedès, que terminó el 1959 con su profesión como salesiano, que hizo perpetua en el Tibidabo el año 1965. Estudió filosofía y magisterio en el posnoviciado de Sant Vicenç dels Horts y, el año 1969, se licenció en teología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Aquel mismo año fue ordenado en los Salesianos de Horta, eligiendo como lema “Dios nos amó primero” (1Jn 4,10).

A partir del año 1969, y hasta el 1996, fue profesor del Centro Teológico Salesiano de Martí-Codolar (Barcelona), especializándose en pastoral en París el curso 1972/73. Supo combinar siempre su dedicación docente, en los ámbitos de la Cristología y la Pastoral, con el servicio pastoral a los más desfavorecidos. Fue así como llegó a ser uno de los fundadores de la Comunidad Salesiana de la Mina, en Sant Adrià de Besòs (Barcelona), que dirigió entre 1975 y 1982.

Posteriormente, entre 1982 a 1988, fue director de Martí-Codolar. De allí pasó a delegado provincial de Pastoral Juvenil y, el año 1994, provincial de los Salesianos en Cataluña, Baleares, Aragón y Andorra.

Tuvo que interrumpir este servicio el año 1996, al ser elegido consejero general de la Congregación durante el XXIV Capítulo General, responsabilizándose de la Pastoral Juvenil durante los rectorados de los padres Juan E. Vecchi y Pascual Chávez. Durante 12 años animó y coordinó las actividades realizadas por los Salesianos en todo el mundo en esta materia fundamental dentro de la misión salesiana de educación y evangelización de los jóvenes; en los últimos años lo hizo con las limitaciones que su enfermedad le iba imponiendo.

El pasado 25 de enero se reincorporaba a su provincia salesiana de origen. Durante este tiempo ha asumido varios servicios, entre ellos la predicación de unos ejercicios espirituales que finalmente no pudo predicar.

La vida del P. Domènech ha estado marcada por la tenacidad, la reflexión y el servicio, alimentada por la fe y la oración. Trabajador infatigable y muy austero, ha sido capaz de combinar registros muy diversos, desde dar clases, animar grupos, dirigir teatro, hablar en congresos o predicar ejercicios hasta la dedicación ministerial y social en contextos muy desfavorecidos. “Unos años muy fecundos”, como dijo el propio P. Chávez a comienzos de año durante las Jornadas de Espiritualidad de la Familia Salesiana, “en medio de un gran testimonio. Afrontó la enfermedad con gran amor a la vida pero también con una gran fe”. De hecho, sus últimas palabras, a su hermana, fueron: “Estamos en manos de Dios y Él nos ama”.
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