La juez le obliga a ver las procesiones para acompañar a su hijo de 10 años

Sólo la Justicia ha podido obligar a un hombre de 47 años a acudir a las procesiones de Semana Santa en Elche (Alicante). En defensa de los derechos de su hijo menor de edad, nazareno desde hace años, el padre tendrá que asistir a las procesiones para garantizar que el pequeño participe en las mismas, según la sentencia dictada por la juez de Menores de la localidad alicantina.

Al padre, divorciado, le corresponde la tutela del menor durante esta Semana Santa. La madre solicitó al juzgado que velase por los derechos del niño para que no dejase de participar en las procesiones, a las que ha asistido en los últimos años. Una providencia de la juez dictada a principios de abril obliga al padre a garantizar que su hijo, de 10 años de edad, tome parte en los actos religiosos de Elche.

La sentencia no especifica que dicha garantía fuerce el padre a acudir con el pequeño. Sin embargo, al afectado no le resta otra opción, siempre que no quiera delegar dicha responsabilidad en su ex mujer u otro adulto de confianza, según se desprende de la citada providencia.

La titular del juzgado de Menores, que no llegó a consultar al padre antes de tomar su decisión, advierte que ésta se adopta «en defensa del interés superior del menor», que siempre se antepone al particular de sus progenitores.

En cualquier caso, el juzgado de Menores no ha establecido mecanismo alguno para velar por el cumplimiento de la providencia. Si el padre optase por seguir sus convicciones personales e ignorar el mandato judicial, todo apunta a que las consecuencias penales serían mínimas, siempre que la madre no terciase de nuevo para denunciar el incumplimiento.

Según explicaron fuentes municipales, el pequeño ocupa una plaza de cofrade infantil en la Cofradía de la Negación de San Pedro. Habitualmente es la madre la que asume la custodia del pequeño estos días. Sin embargo, este año le correspondió al padre.
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