¿Ejercen de catalanes los obispos?

La polémica ha empezado y ha de llegar al final. La opinión pública tiene derecho a saber de quién es la razón. ¿Ejercen de catalanes los 11 obispos de Catalunya o alguno contemporiza con las ideas de la Conferencia Episcopal?

¿Exageraba el señor Jordi Pujol, que acusó a algunos de no discrepar de los integristas que proponían una declaración sobre lo mucho que complace a Dios la unidad de España y lo que le dolería si un día se rompiera? Si hubo un borrador del documento, no se conoce. Pero no debe ser exagerado creer que las maquinaciones rupturistas se declararían cismáticas.

¿O la razón es del presidente de la Tarraconense, el arzobispo Jaume Pujol, que desmiente al expresident, en el sentido de que los 11 forman piña en la defensa de la gente, la tierra y la cultura catalanas, ejercen de catalanes y coraje no les falta para defender todo lo que afecta a la catalanidad? Nunca dos personalidades de tan alto rango habían discutido abiertamente sobre un tema que atañe a lo más profundo de nuestras esencias.

El papel de los obispos en Catalunya viene de lejos, de mediados de los años 60, cuando don Marcelo, el obispo de Astorga, fue nombrado sucesor del prelado Modrego y se encontró con la campaña de Volem bisbes catalans, que fue grito y pintada, que los creyentes se tomaron con fervor; los demócratas, con entusiasmo porque erosionaba al régimen, y algunos, con sentido del humor: "Els bisbes, catalans, però els vins, de la Rioja," precisaban.

Que siga la controversia. Que se profundice en el debate sobre la línea correcta del episcopado catalán en relación con las Españas. Quizá se les exige más que hace 40 años. El debate puede ser muy instructivo para el pueblo.

Josep Pernau (El Periódico)
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