El plan de renovación de la Curia romana, que incluirá cambios de personas y simplificación de estructuras, sufrió un retraso de varias semanas debido a la
polémica por el discurso del Papa en la Universidad Regensburg. Pero ahora, calmadas ya las aguas, se verá en poco tiempo el resultado de un largo período de estudio con un grupo muy reducido de cardenales.
En cuanto a relevos, el próximo puede ser el del «sustituto» de la secretarío de Estado, un cargo que puede considerarse el «numero tres» del Vaticano, a medio camino entre un ministro del Interior y un jefe de Gabinete del Papa, pues canaliza todos los expedientes que llegan o emanan del Pontífice. El arzobispo italoargentino Leonardo Sandri podría ser sustituído por
el italiano Rino Fisichella, rector de la Pontificia Universidad de Letrán, teólogo brillante y personaje de gran corazón como demuestra su amistad con políticos diversos y con personas que no comparten la fe católica.