Pedimos una definición crítica, clara y rotunda de la Iglesia ante la crisis

Nos hiere la crisis alimentaria mundial, que afecta a los países empobrecidos, la crisis ecológica, que afectará más gravemente a las generaciones venideras, y la crisis energética. Nos punza el miedo que nos puede paralizar y genera inseguridad.
Nos parece que la causa de esta crisis está en el consumismo, en la desregulación, en la avidez y la estrechez de miras, en una globalización asimétrica e insolidaria, en la inversión de los procesos de redistribución de la renta. En suma la raíz del problema está en un sistema capitalista, en el que estamos inmersos, que contempla el trabajo como una mercancía y legitima el egoísmo.
Por todo ello, a la luz del Evangelio y de la doctrina social de la Iglesia, proponemos una economía y una sociedad al servicio de la persona, donde se respete la dignidad humana y se priorice al que sufre, donde los cristianos y todas las personas de buena voluntad vivamos la austeridad para compartir y defendamos pública y privadamente el bien común y el destino universal de los bienes.
Pedimos una definición crítica, clara y rotunda de la Iglesia ante esta situación y una implicación en la denuncia desde los más empobrecidos y con ellos. Nos comprometemos a sensibilizar a nuestros hermanos creyentes en esta tarea.
Por último, asumimos que es más gratificante darse y dar que recibir. Queremos que a nadie le falte lo que a otro le sobra. Creemos que si cada uno pone en la mesa de la vida los talentos que tiene, habrá pan para todos y en abundancia. No queremos vivir con la cabeza agachada. Tenemos la esperanza y la ayuda de Dios.
MANIFIESTO DE PASTORAL DEL TRABAJO, CÁRITAS DIOCESANA, DELEGACIÓN DE APOSTOLADO SEGLAR, DELEGACIÓN DIOCESANA DE MIGRACIONES, EPPOS (EQUIPOS PARROQUIALES DE PASTORAL OBRERA), HOAC (HERMANDAD OBRERA DE ACCIÓN CATÓLICA), HHT (HERMANDADES DEL TRABAJO) Y JUSTICIA Y PAZ, TODAS ELLAS DE LA DIÓCESIS DE MADRID