Soberbia lección del jesuita Norberto Alcover a Federico Jiménez Losantos en casa Rouco

Una vez más perdió los papeles. Esta vez ante Norberto Alcover, un jesuita ponderado y equilibrado, curtido en mil batallas, especialista en medios y escritor prolífico. Un jesuita valiente que, con su intervención dejó en entredicho y desenmascaró las malas artes de Federico Jiménez Losantos, el presentador estrella de la Cope. Y todo en casa del cardenal Rouco, aunque sin su presencia.

Fue tremendamente valiente, Norberto, para meterse en la boca del lobo. Federico, rodeado de unos 300 fieles, pronunció su conferencia en el salón de actos del arzobispado de Madrid. Una conferencia sin guión ("yo no necesito leer"), en la que repitió, por enésima vez, los tópicos y los caminos trillados que "excreta" (como dice él de los demás) a diario por las ondas de la cadena episcopal.

Sus perlas contra Rajoy: "Hay un intento de liquidar empresarialmente a la Cope". "El PP de Rajoy está derrotado y lo que es peor, dispuesto a claudicar ante el nuevo régimen". "España necesita una alternativa de poder y no un complemento". "Quieren una derecha moderna, es decir que no defienda el mercado y que no vaya a misa".

Autobombo: "La libertad siempre supone riesgos". "El personaje, si no se come, al menos muerde a la persona" (¿Se estaba retratando?). "La forma y el fondo no son distintos". "No soy políticamente correcto ni en el fondo ni en la forma". "La Mañana representa el 70 por ciento de la facturación de la cadena. Si cae, tardará 3 años en recuperarse". "Me fastidaría mucho desertar". "Recibiremos bofetadas por todas partes". "Tenemso fuego enemigo por delante y guego amigo por detrás". "No soy creyente, pero comparto lo fundamental de la cultura católica". "Estoy harto de dialogar". "La clave del éxito está en hablar de una forma personal y de las personas" (Toda una declaración de intenciones)

Delirio de los presentes. Y preguntas a favor de obra. De la obra de Losantos,que no de la Iglesia. Como la del directivo del CEU, que le preguntaba si "detrás de Zapatero hay un grado 33 de la masonería". O la del director de Cetelmon TV, que aprovechó para hacer un encendido elogio del comunicador. O la de un directivo de Radio María, insistiendo sobre un plan de la masonería contra la Iglesia española que supuestamente habría conocido el propio Juan Pablo II.

Porque la masonería estuvo flotando por la sala toda la conferencia. Losantos negó que haya una conspiración masónica en toda regla, pero aseguró que el programa de Zapatero es "masónico desde el triángulo hasta la última coma y lo firmaría cualquier masón de cualquier sitio del mundo".

La calma comenzó a romperse con la intervención de Miguel Bordejé, antiguo comunicador de la cadena, que adujo un estudio de la Asociación de la Prensa de Madrid que acusa a la Cope de ser el medio que menos fuentes utiliza. El estudio es obra de otro especialista en comunicación, Bernardino Hernando, al que Losantos le llamó de todo, incluso pío.

Pero el clímas de la jornada llegó con la intervención del padre Norberto Alcover. Con tono mesurado y excelentes formas expositivas, el jesuita señaló que acababa de escribir un pliego en Vida Nueva sobre la cadena Cope y que estaba preparando otro sobre Prisa. "Tras estudiar a fondo la cuestión -señalaba Alcover- he llegado a la conclusión de que el problema de la Cope no es usted. Pero yo preferiría que usted no estuviese en la Cope".

A la primera andanada de Alcover, el de Cetelmón televisión, que estaba detrás del jesuita, dijo sentirse "insultado". Norberto, humilde,le pidió disculpas (que el de Cetelmon no merecía) y continuó: "Le escucho y llegó a la ocnclusión de que no tenemos solución. Porque todos los que intentamos mediar somos tratados por unos y otros de buenistas y de centristas".

Y añadió Alcover: "Le admiro como comunicador, pero ¿es usted consciente de las pasiones que desata cada mañana? ¿Su presencia en la Cope es buena para la Iglesia y para España? Yo creo que no. Y así se lo digo, entre otras cosas, porque, la Compañía de Jesús también tiene en la cadena un pequeño porcentaje accionarial".

Y Federico no aguntó más. Y volvió por donde suele: al insulto personal y a la descalificación sin argumentos. "Me asombra el padre Alcover, que hace el mismo discurso que su compañero, el padre Martín Patino. En teologías no me meto, pero a lo mejor usted tampoco debería estar en la Compañía de Jesús. Lamento que haya clérigos, como usted, que coinciden con los designios polanquistas de querer cerrar la Cope". Y así más y más...

Pero Alcover tampoco se arrugó. Y volvió a pedir la palabra. Esta vez para dejar en evidencia a Losantos: "Su respuesta es típica de su falaz dialéctica: elegir elementos sueltos, cebarse con las personas y con los argumentos ad hominem para ridiculizar al oponente. Y, por favor, deje en paz a Martín Patino, un excelente jesuita".

Tocado, Losantos no supo o no quiso replicar. Se quedó rumiando y aprovechó la pregunta de un periodista de El Plural, para "faltar" de nuevo al padre Alcover: "Me sucede con ustedes como con el padre Alcover, que viniendo de donde viene..."

En ese preciso momento, Alcover se levntó y dignamente salió de la sala.

Querido Norberto, los angelitos están orgullosos de ti. No todo está perdido, si quedan en la Iglesia personas como tú, ponderadas y equilibradas, que ponen el mayor bien de la Iglesia por encima de la cuenta de resultados. Enhorabuena por tu valentía y por tu lucidez. Lo tuyo de hoy ha sido un gesto profético. Como el del jarro hecho añicos por el profeta.
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