Todavía faltan unos meses para que el secretario de la FERE, Manuel de Castro, y el presidente de la CONFER, Alejandro Fernández Barrajón, abandonen sus puestos. Pero ya hay ruido de sables en torno a ellos. Los obispos (capitaneados por el director del "negociado" de Religiosos, monseñor Sanz Montes) quieren meter mano en ambas instituciones. Por díscolas. Y traerlas al redil.

Y preparan a sus hombres de confianza para que desembarquen en ambas. Y se conviertan en sus meras correas de transmisión. Pero los religiosos no parecen dispuestos a dejarse segar la hierba bajo los pies. Y seguirán reivindicando su autonomía en una Iglesia plural. Y, por mucho que algunos intenten enterrarlos, siguen siendo las voces más evangélicas y más proféticas de la Iglesia española.

Roqueños y con mucha experiencia, los religiosos ban a plantar cara. No se dejarán vencer tan fácilmente. Tanto es así que entre algunos obispos (y en los sectores más conservadores) está circulando la especie de que se podría crear una Fere-bis y una Confer-bis. A la que se apuntarían algunas congregaciones femeninas. Y andan a la caza y captura de alguna orden o congregación masculina. Que no encuentran, por ahora. Aunque ya han lazando las redes a algunas prestigiosas congregaciones, que no parecen estar por la labor. En cualquier caso, las espadas siguen en todo lo alto. Soplan vientos huracanados procedentes del Pirineo.