Cada vez veo más apasionante el camino a recorrer en la vida interior. el término de todo esto pienso que es una unión inmediata y central con Dios, y más aún, una verdadera transformación en El. Como una expresión de esa unidad que reina entre las tres divinas personas. Quién pudiera llegar a esa purificación interior para que Dios reine del todo en nosotros.
Y pensar que Dios nos llama a todos y cada uno... Vamos a seguirle, querido amigo, y a procurar que otros muchos le sigan. El nos llama y nos ha creado para cosas más altas. Somos llamados a ese banquete místico del Reino y, según nos dicen los místicos, en este mismo mundo nos tiene preparado el Padre Celestial, aunque no seamos llamados todos al mismo puesto. A ver si no desperdiciamos ni la más minina gracia del Señor y seguimos avanzando con su ayuda.
A veces nos desanimamos porque nada sentimos. Pero lo importante es perseverar, porque en el momento menos pensado nos hace avanzar lo que durante años no podíamos ni imaginar. El entonces nos hace correr sin fatigarnos, como cuando soñamos que somos aves y nos trasladamos volando por encima de las montañas.
Si es que nunca llegamos a recibir su divina comunicación... ¡Oh aquellos días felices de nuestra primera conversión...! Si después nunca hemos recibido esos ímpetus del Señor ha sido porque huimos de su compañía o no nos decidimos a entrar por ese sendero estrecho.
Dentro de nuestra alma poseemos todo cuanto nos llena, nos realiza, nos atrae y entretiene. Si nos reeducamos en la fe, nada apeteceremos fuera de nuestra vida interior. Ahí encontraremos el descanso, el relax, la "distracción", el recreo entero y reparación de fuerzas. Somos templos vivos de Dios y hemos de vivir en familia con El. Nada mejor, nada más atrayente y gozoso. Pero es preciso para lograrlo purificarnos con dolor y sacrificio de esos cientos o millares de caprichos y apegos. Es del todo necesario ir desarrollando poco a poco en nosotros esta realidad que poseemos desde nuestro bautismo. Dios para eso nos da estos años de vida sobre la tierra.
Como consecuencia de esta vida interior vendrá todo lo demás: la entrega al prójimo, el apostolado, el desarrollo de la propia vocación. Desde hace muchos años me he propuesto vivir una vida que no sea vulgar. Trato por conseguirlo, pero soy muy consciente de que no llego a lo que me he propuesto. Siempre la misma lucha: que mi vida sea interior, más mortificada, con más amor a Dios. ¿Cómo no intentar estar siempre con Aquel que "tiene sus delicias en estar con los hijos de los hombres"?
Habrás observado cómo las personas que nos tenemos por piadosas, aunque nos lo propongamos, tenemos como miedo de entrar dentro de nosotros mismos porque vamos a parecer raros. Y sin embargo no debiéramos temer. El nos ayudará desde nuestra debilidad a hacer mucho bien dentro del ambiente en que nos movemos.
José María Lorenzo Amelibia
Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com
Mi blog: http://blogs.periodistadigital.com/secularizados.php
Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari Lorenzo Amelibia
Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2