1.- Alabar a Dios: es conocerle tal cual es. Desde aquí, Señor, te estimaré y amaré más cada día. "Esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, Padre, y al que enviaste, Jesucristo.

2.- Alabarte, Señor, para eso he de procurar la perfección de ese conocimiento de Dios que me haga imposible negar a Dios nada. "Que sean mis obras tales que cuantos me vean glorifiquen al Padre.

3.- Reverenciar a Dios. Reconozco, Dios mío tu superioridad, y la acato interior y exteriormente. Señor, tú eres infinitamente superior al hombre, y el hombre es esencialmente dependiente de Ti.

4.- La santidad de los santos procede de un amor a Dios tal que le ofrecen sus bienes y su vida para darle reverencia y gloria. ¡Señor, me sujeto todo a Ti y solo a Ti!. Servir a Dios.

5.- La Virgen María le dijo enseguida: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra

José María Lorenzo Amelibia

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