Lo que veo más claro que todo es que no conviene precipitarse en la decisión. Hay tres cosas distintas: a) Matrimonio sí o no. b) Matrimonio con fulanita. c) Seguir adelante a tope con el sacerdocio.
Ante todo tomar una decisión. En el conjunto de cuanto me expones se ve claro que hay problema. Pero no se ve claro la decisión a tomar. Y menos claro aún quién va a ser la mujer de tu vida. Conviene no quemar etapas, y en todo caso la separación física a los dos me parece que se impone. Puede ser una prueba.
Unas preguntas: 1)¿La renuncia a la mujer por amor a Jesucristo, te supone paz, inquietud, tristeza, alegría?
2) Vivir la castidad "material", o sea cumplir el sexto mandamiento ¿se te hace insoportable?
3) ¿En la lucha, vencerte te da mucha alegría o te parece imposible?
4) ¿Si dejaras a la actual persona, piensas que después de una temporada vendría otra "actual" y andarías en lo mismo?
5) ¿Cuando piensas en celibato para toda la vida, aun contando con mucho amor a Jesucristo y vida de oración, te produce tristeza, inquietud? ¿O te tira de tal manera Jesús y las almas que te parece merece la pena el sacrificio?
6) ¿Por qué no practicas dentro de unas semanas los Ejercicios Espirituales de mes?
Pero creo que merece la pena también estas otras consideraciones. Si la lucha te produce tristeza, desazón, inquietud; si estos síntomas se prolongan tiempo y tiempo, aun después de un retiro de ocho o diez días o un mes, ayudado con un Director Espiritual, seria para ver posible en un cambio de rumbo hacia el matrimonio.
Si, después de todo lo que te voy diciendo, tu decisión clara fuese el matrimonio, no salgas a lo loco, porque antes es preciso un puesto de trabajo para poder subsistir. Pasar hambre y miseria casado es peor aún que pasarlas estando soltero; no te quepa duda.
Pero creo que no conviene tirar la toalla pronto. ¿Estás enamorado? He conocido a bastantes sacerdotes que lo han estado y se lo han comunicado a su ya amada joven. Pero después se lo han planteado de nuevo. Han optado por aguardar, por no verse, por luchar. Ella le ha ayudado a ir olvidando. Él ha hecho unos Ejercicios Espirituales, y ha ido superando la crisis. Ella por su parte no ha sido ningún obstáculo después.
Lo malo si se ha llegado a más; si ya no puede vivir el uno sin el otro; si incluso llega a enfermar con sólo pensar lo imposible que va a resultar la vida sin la persona adorada. Incluso se entra en depresión, como en un callejón sin salida. Son cosas que hay que ir analizando.
En la lucha, cuando se opta por la prueba hay que hacerlo con alegría. ¿Pero si uno se siente sin fuerza, sin alegría, sin ganas ni de orar, ni de nada? En todo caso siempre es preciso no precipitarse.
Pido al Señor por ti. Puedes comentar con director espiritual todo esto que te digo.
José María Lorenzo Amelibia
Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com
Mi blog: http://blogs.periodistadigital.com/secularizados.php
Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari Lorenzo Amelibia
Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2