1.- Delante de Ti, Señor, reconozco mi debilidad y encuentro en Ti, mi Dios, el resorte de mi energía. 1.- Delante de Ti, Señor, reconozco mi debilidad y encuentro en Ti, mi Dios, el resorte de mi energía.
2.- Cuando parezco que soy más débil, soy más fuerte. La humildad me abre a la gracia. Su misión es disponerme para que viva la gloria de Dios.
3.- Alabada sea la divina Misericordia. Confieso, Señor, mi miseria ante Ti; por mí, nada puedo; contigo, todo. He de volver hacia Ti, orientar mi corazón hacia lo sobrenatural.
4.- Es decisión mía, pero al sentirme débil y tornadizo, acudo a la fuente de la gracia que eres Tú, mi Dios y pongo por intercesora a la Virgen María. Me dicen que lo que más gloria da a Dios es que, convencidos de nuestra miseria, nos decidamos a esperar en su amor.
5.- En ti espero, Señor, no seré confundido. Pongo en tu corazón todas las intenciones que ahora llevo en mi alma... ¡Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío!
José María Lorenzo AmelibiaSi quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com Mi blog: http://blogs.periodistadigital.com/secularizados.php Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari Lorenzo AmelibiaMi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2