1.- Jesús, antes de comenzar tu vida pública marchaste al desierto a orar durante cuarenta días. Fueron cuarenta días en soledad en ayuno total. Y después sufriste las tentaciones del demonio.
2.- Este retiro prolongado tuyo me trae algunas enseñanzas:
a) El amor a la soledad. He de dedicar esta cuaresma más tiempo a la oración, bien sea con fondo musical, bien sea en total silencio. Que sienta la necesidad de relacionarme contigo cuando tengo tiempo libre. Y que necesite ese tiempo de relación contigo, más que como obligación, como necesidad propia. Para eso eres mi Dios. Ayúdame, Jesús, a relacionarme con el Padre. Ayúdame a servirme de textos del Evangelio, de Epístolas de San Pablo, de algo que me ponga siempre en contacto contigo. ¡Adorarte, darte gracias, pedirte tanto que necesito y que necesitan los hermanos!
3.- Sí adorarte, reconocer que eres el Señor y dueño nuestro. Me ofrezco y me entrego a ti. Te adoro presente en el Sagrario; te adoro a ti que estás en el Cielo en unión con el Padre y el Espíritu Santo.
4.- También te pido perdón con aquellas palabras del ciego de Jericó: "Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí".
5.- Quiero también, Señor, con mi amor, reparar algo tantos pecados que contra ti se comenten en el mundo. Y perdona a tu Pueblo, Señor, perdona a tu pueblo, perdónale, Señor.
Te recomiendo mi página web http://personales.jet.es/mistica
Más de mil artículos del autor sobre enfermos y debilidad en http://opina2000.com