El bien del ser humano está por encima de las leyes, ritos y tradiciones, por muy “santas” que sean. Dios está presente en el ser humano, en él se le honra y adora. Y si para hacer el bien a una persona hay que romper alguna tradición religiosa, no hay que dudarlo. Jesús nos muestra la verdadera perfección: “sean perfectos como el Padre que está en el cielo, así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace caer la lluvia sobre justos e injustos” (Cf. Mateo 5, 45.48). La perfección no está en el cumplimiento de la ley sino en tener un corazón tan grande como el de Dios, para quien todos somos sus hijos, ¡los buenos y los malos!
El Papa Francisco solamente está siendo fiel al Evangelio, está siguiendo las enseñanzas del Maestro, por eso está poniendo la Misericordia, la ternura de Dios por encima de todo. Hay gente que quiere tener todo claro: lo claro está que al final de nuestra vida se nos juzgará sobre si hemos amado o no hemos amado. El no amar nos condena como seres humanos, porque hemos sido hechos para amar. Esto lo está diciendo claramente el Papa Francisco, pero para algunos esto les confunde, porque han entendido la fe cristiana con las categorías de la religión judía, tal como la entendían las autoridades y grupos religiosos del tiempo de Jesús: lo importante es la ley, las tradiciones; lo importante es seguir el Catecismo de la Iglesia Católica, los dogmas revelados, las normas liturgicas, la tradición de la Iglesia. Esto les da seguridad a sus conciencias, cumplen esto y se sienten salvados, se sienten que han sido fieles a Dios. Para ellos todo es blanco o negro, y eso se debe decir siempre. Por eso el mensaje y las actitudes del Papa Francisco les incomodan, les “confunden”.
Les escandaliza que defienda a los pobres, que no condene a teólogos que disienten del pensamiento expresado en el Catecismo de la Iglesia, que condene al capitalismo, que denuncie la destrucción de nuestra casa común, que no juzgue o condene a los homosexuales, que haya roto las normas liturgicas al lavar los pies a una mujer y encima musulmana; que ande con sus zapatos viejos, que viva en la casa Santa Marta, que no asista conciertos organizados para gente rica, que no use los ornamentos y vestimentas de poder que usaban los papas, que busque el dialogo con el mundo de hoy, con las diferentes denominaciones cristianas, con las otras religiones. Podemos seguir nombrando todos los actos proféticos del Papa Francisco, pero nos alargaríamos demasiado. Pero, ¿todo esto no les suena a Jesús? ¿Nuestro Maestro no hizo lo mismo, al ir a la casa y comer con los pecadores, al sanar a los enfermos en el día sábado, al no lavarse las manos antes de comer, el permitir que entre sus seguidores hubiera pobres, mujeres, gente marginada? ¿Por todo esto no fue perseguido y acabó en la cruz? Por todo esto el Papa “confunde” a algunos católicos…
Rufo González
José María Lorenzo Amelibia
Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com
Mi blog: http://blogs.periodistadigital.com/secularizados.php
Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari Lorenzo Amelibia
Mi cuenta en Twitter: https://twitter.com/josemarilorenz2