Retiro diciembre. Tema FIN DE AÑO

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Tema: FIN DE AÑO



1) Comienza diciembre. Faltan pocos días para el año 2017; el año imaginado casi como imposible llegar. ¡Faltaba siempre tanto! Todo llega; el tiempo huye. Dios permanece; pero nosotros volamos. El rostro se arruga; el pelo se vuelve cano. Los deseos se cumplen unos, otros quedan en frustración.
2) Te doy gracias, Señor, por todo cuanto me vas concediendo en este siglo. En él he vivido. Si me concedes pasar al siguiente, ya no serán muchos los años que en él viva en este mundo. Que en toda mi vida que resta te mire a ti. Dirige en tu presencia mis pasos.
3) Me examino en mi relación con la Eucaristía. Mis misas, cómo han sido. ¿Llenas de fervor o llenas de distracción? ¡El misterio de fe! Que no entre la rutina en mí. Mis ofrecimientos de obras todas las mañanas, ¿cómo han sido? ¿Influyen durante el día? ¿Mi oración personal? ¿Realmente hablo con Dios algo todos los días? Le doy gracias por hablar con Él.

4) Mis confesiones. ¿Las practico? ¿Cómo las practico? ¿Hago el propósito firme? ¿Pido perdón al Señor de mis pecados todas las noches al acostarme? ¿Procuro convertirme cada día? ¡Señor en ti espero, a ti amo, perdóname! He de ser agradecido. Pensando un poco más en mi vida de este año que pasa.
5) ¿Cómo he cumplido los mandamientos? ¿Me voy poco a poco apartando de ellos y prendiendo la conciencia de pecado? Triste cosa sería pero posible. Señor, no permitas que pierda la conciencia de pecado, pero líbranos del mal, del pecado. Y no nos dejes caer en tentaciones; no permitas que jamás nos separemos de ti.
6) El año nuevo, el del tercer milenio se acerca. Es un año dedicado a la Santísima Trinidad y a la Eucaristía. Procurar cuando pase delante de una iglesia abierta, entrar para hacer una visita al Señor. No olvidar nunca que pueda la visita breve o larga. Intimidad con Jesús. Año de la Eucaristía.
7) La vida es breve, Señor. Ayúdanos a vivir según Tú quieres, según deseas. Que a la hora de la verdad lo que más va a contar son nuestras buenas obras.

8) He de ir pesando en un propósito. Año de la Santísima Trinidad. A Jesús lo tenemos en el Sagrario realmente presente en cuerpo, alma y divinidad.
9) Pero también tenemos dentro de nuestro corazón si estamos en gracia a la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. No podemos estar siempre junto a la Eucaristía, pero esta otra presencia sí la tenemos siempre, aun cuando vayamos por la calle o estemos en el trabajo. Es el dulce Huésped del alma. Hemos de ser conscientes de ello.
10) Hay una santa que se distinguió por vivir esta presencia amorosa de Dios en nosotros, Sor Isabel de la Santísima Trinidad. Merece la pena vivir como ella. Fomentar mucho el amor a Dios. Decirle a menudo: Dios mío te amo con toda mi alma.
11) Quiero ser tuyo. Perdona mis pecados. Si fomentamos este buen deseo viviremos en gracia de Dios siempre, pues aunque hubiéramos caído en pecado mortal y no hayamos tenido tiempo de confesarnos, el acto de amor a Dios nos pone en gracia santificante. El año 2000, los dos grandes dogmas cristianos: La presencia de Jesús en la Eucaristía y la Santísima Trinidad. Vivirlos. Ir haciendo un propósito con relación a estas dos consoladoras verdades.
12) "Acuérdate de las postrimerías y no pecarás", dice el Señor. Hemos llegado al final del año. Alguno será el último. No sabemos cuál. Merece la pena estar siempre preparados.
13) Te pedimos, Señor, el don de la perseverancia final. Muerte, juicio, infierno y gloria, tenlos siempre en la memoria", dice un refrán muy antiguo. Vivir siempre con el deseo del Cielo, con la certeza de la muerte, pesando que un día Dios me juzgará. Darme cuenta sobre todo que me juzgará sobre el amor. El amor a Dios y el amor a mi prójimo. Esto sobre todo.
14) "Venid, benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber..." Venid. Tener esta esperanza. Pero que si del amor del Señor y de mis prójimos me olvidare, que al menos el santo temor de Dios me haga conducirme hacia el bien.
15) Que solamente hay una oportunidad en este mundo y es preciso aprovecharla. Deseo vivir y morir, Señor, en vuestra Santa Fe, serviros en esta vida y después gozaros en el Cielo.
16) Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Ayúdanos a perseverar, Virgen María. Danos un feliz año 2000, en la gracia del Señor; sé nuestra mediadora.

Examen práctico

- ¿Cómo cultivo la virtud de la esperanza durante este año?
- ¿He pensado alguna vez en el cielo?
- ¿He fomentado demasiado la esperanza humana en contra de la esperanza virtud teologal?
- ¿En mis conversaciones hago alguna alusión a la confianza en Dios?
- ¿Me doy cuenta de que Dios me sigue llamando a la santidad? - ¿Pongo de mi parte todo lo que pueda y luego lo dejo todo en las manos de Dios?
- ¿Pretendo subconscientemente salvarme por mis méritos, olvidando la gracia de Dios?
- ¿Hago lo que puedo para corresponder a la gracia?


José María Lorenzo Amelibia
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