Buenos días, Señor,
a Ti el Primero
encuentra la mirada del corazón,
apenas nace el día:
Tú eres la Luz
y el Sol de mi jornada.
Buenos días, Señor,
contigo quiero
andar por la vereda:
Tú, mi Camino, mi Verdad, mi Vida;
Tú, la Esperanza firme que me queda.
Buenos días, Señor,
a Ti te busco,
levanto a Ti mis manos y el corazón,
al despertar la aurora:
quiero encontrarte siempre en mis hermanos.
2
Buenos días, Señor Resucitado,
que traes la alegría al corazón
que va por tus caminos,
¡vencedor de Tu muerte y de la mía!
Gloria al Padre de todos,
gloria al Hijo
y al Espíritu Santo;
como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos te alabe nuestro canto.
Amén. Diurnal (Laudes)