Los medios de comunicación nos están anunciando que la Declaración de la Renta comienza ya. En Navarra se inicia el 7 de abril y finaliza el 26 de junio. Todos los navarros estamos convocados a hacer la Declaración de Renta. El primero que lo tiene que hacer es el Arzobispo, y así lo haré. De esta manera contribuimos, cada uno dependiendo de sus ingresos, al bien común y al mantenimiento de los servicios públicos. Hacer la Declaración de la Renta, en conciencia y con veracidad, es obligación de todo ciudadano y también para los cristianos, un deber moral. Con nuestra contribución económica hacemos posible que los bienes y servicios lleguen a todos, también a los más pobres que, de otro modo, no podrían acceder a las prestaciones públicas indispensables.

Como bien sabéis, la Declaración de la Renta, además de contribuir al bien común de nuestra sociedad, nos permite ayudar a la Iglesia, marcando con una cruz (X) la correspondiente casilla del impreso. Con ello, expresamos nuestra voluntad de que el 0,7% de la cantidad con la que contribuimos al Estado se destine a la Iglesia católica. En este sentido, aunque esto lo digo todos los años, os recuerdo que poner la cruz no significa pagar más, insisto ¡no pagaremos más! Debemos hacerlo incluso en el caso de que nuestra declaración resulte a devolver.

Como bien sabéis, en Navarra, en nuestra comunidad foral, tenemos un régimen fiscal diferente al resto de España. Por eso, quiero informar a todos que, a diferencia del resto del país, si se marcan simultáneamente las dos casillas, la de Iglesia y la de los Fines Sociales, se entregará únicamente el 0,35% a cada una de estas partidas. Si marcas la X a la casilla de la Iglesia se entregará íntegramente el 0,7%. Por ello, os animo a que, al hacer la Declaración de la Renta, pongáis una cruz en la casilla que dice “Colaborar al sostenimiento de la Iglesia Católica”.

¿Por qué marcar la X en la casilla de la Iglesia? Hay muchas razones para ello. La Iglesia necesita medios económicos y la ayuda de los cristianos comprometidos y solidarios para cumplir su misión pastoral y evangelizadora. El dinero que recibimos de la X se destina principalmente para garantizar el funcionamiento de los seminarios, de los servicios administrativos y pastorales. Con este dinero se ayuda a los sacerdotes, en su mantenimiento y en sus actividades pastorales. Lo emplearemos también para ayudar a las misiones, especialmente a tantos misioneros navarros que se encuentran fuera de nuestra comunidad y de nuestro país. Para servir a los pobres, a los enfermos, a las personas que viven en soledad, a los jóvenes, a los niños, ancianos y familias; para conservar nuestros patrimonio artístico y cultural. Por ello, os pido vuestra colaboración para aumentar el número de declaraciones positivas.

Este año, de manera especial, queremos apoyar y potenciar el objetivo diocesano en el año del “Jubileo de la Esperanza”. Nuestra diócesis se ha comprometido a crear un hogar, un centro de acogida, para mujeres víctimas de trata, engañadas en muchos casos y arrojadas al mundo de la prostitución. La Iglesia de Navarra quiere acoger y acompañar a estas mujeres, muchas con hijos, para comenzar una nueva vida en libertad. Para ello necesitamos dinero, que esperamos conseguir con parte del dinero de la X que pongamos en la Declaración de la Renta.

Sé que hay gente que, sin ser practicante, confía en la Iglesia poniendo la X en la casilla que dice “Colaborar al sostenimiento de la Iglesia Católica”. Os animo a que le recordéis esta casilla, que animéis a más gente a sumarse a colaborar con la Iglesia católica, sobre todo en los proyectos sociales que tiene programados.

Agradezco a todos los que muestran su confianza en la Iglesia. Ello nos obliga a ser transparentes y cuidadosos en la utilización de esos recursos que han de beneficiar al conjunto de la sociedad en sus múltiples realizaciones que se llevan a cabo. El que tanta gente confíe en la Iglesia de Navarra es una buena prueba de reconocimiento social, pero también una exigencia para mejorar cada año nuestra atención y solidaridad.