La Iglesia es joven (V): Tomamos la Palabra

Todos los participantes del Forum pasaríamos por el auditorio para escuchar estos siete testimonios, y el resto del día se participaría en diferentes espacios en los que se compartirían experiencias de pastoral con jóvenes de toda España. Desde el primer día estaba abierta “la tienda del encuentro”, un espacio de oración y silencio donde se podía ir cuando uno lo quisiera.
“Tomamos la palabra”: Y la tomaron de la mano de Lydia Herrera y del Grupo artístico Althaia, del Instituto secular de las Obreras de la cruz. Tanto las “artistas”, como Lydia, hicieron un trabajo excelente y nos ayudaron en cada caso a situarnos “desde dónde hablaba” cada uno.
Intentaré transcribir lo que cada uno de los jóvenes dijeron. Trataré de ser fiel a mis apuntes, y no haré aportaciones ni valoraciones personales: se trataba de escucharles, y con esta crónica, intentaré –aunque es muy difícil- que llegue a los lectores del blog, los ecos de la jornada y lo que ellos dijeron.
1º. Rosalía, una universitaria comprometida, estudiante de Historia del arte, manifestó que la sociedad va muy rápido y que se vive un ritmo frenético: Una sociedad con mucha prisa. Manifestó sentirse parte de la Iglesia y corresponsable de ella y de su vida. Considera que existe una percepción de la Iglesia alejada de la sociedad, más de lo que le gustaría. Apeló a la necesidad de trabajar por una Iglesia más acogedora, sin miedos, mucho más clara en su opción por los más pobres. Habló de una Iglesia más unida realmente y donde todos quepas, una Iglesia donde cada uno tenga su sitio, y que sea menos poderosa. Sara terminó pidiendo que la Iglesia sepa dar esperanza, que los cristianos seamos portadores de esta esperanza.
Se fue con una bendición: “Feliz tú, porque tienes muchas cosas que descubror
2º. Un noven inmigrante de origen camerunés que lleva 4 años en España. Explicó que llegó a España pasando por Nigeria, Marruecos y Ceuta. Dijo que estudia derecho en la UNED y que trabaja en una organización en la que ayudan a inmigrantes. El recuerdo de su tierra es un recuerdo en el que sobresale la solidaridad. Habló de la importancia de romper horizontes y construir juntos una historia. Preguntado sobre la Iglesia de su País, resaltó que allí se canta mucho, que hay tiempo para alabar a Dios, mientras que aquí las cosas se suceden muy de prisa. África, dijo, “ es un continente donde todo es más lento, allí se vive tranquilamente”.
Le llama la atención que aquí, en la misa, por ejemplo, todo el mundo mira el reloj. Para ellos no hay tiempo. El domingo es el día del Señor el día para rezar. Nos explicó que los jóvenes participan mucho en la liturgia.
Explicó que los jóvenes el domingo se reúnen, van a la Iglesia, disfrutan de la celebración, del encuentro con los amigos, porque ese es el día del “Encuentro”. Resaltó de la Iglesia de España, su acogida: es el único sitio donde ha encontrado un espacio, acogida y calor: La Iglesia me abrió sus puertas, y los cristianos, las personas, me han ayudado, y por eso les estoy muy agradecido. Al preguntársele cuál era su deseo respondió: “¡Que el sueño español, sea una realidad!”.
3º. Le tocó su turno a Carol, una joven que venía del colectivo gay. Es redactora de una empresa de video juegos, hija de padre español y madre americana.
Manifestó haber sido educada en un colegio de la Iglesia Católica, y dijo que le faltaba información para hablar de ella. Dijo estar “alejada”, y que el hecho de tener que participar en el Fórum, la hizo buscar y leer sobre la Iglesia, y allí constató que la Iglesia debe renovar su lenguaje, que lo tiene muy arcaico, y que no es fácil de entender para quien no está en su dinámica o en el día a día en ella. Cree que tiene que repensar su lenguaje para el joven de hoy. Manifestó que de buenas a primeras, oír hablar de la Iglesia la hacía ver como que ella agrede sus derechos.
Preguntada sobre qué pediría a la Iglesia dijo que ella no menoscaba la Institución de matrimonio, pero que le pediría a la Iglesia que ampliara su horizonte, que abriera su mente y su corazón para entender que hay otras formas de amar.
Dijo que no le gustaría tener prejuicios contra la Iglesia, pero que reconocía que la había marcado negativamente la actitud de una parienta suya católica comprometida que la rechazaba por su condición, y que lo hizo en momentos muy delicados de su vida.
Finalmente dijo que le gustaría que se celebre y respeten al amor en todas sus formas.
4º. Siguió Eltxo Bajo, un joven del País Vasco que es Heavy. Pudimos oír una música heavy total, que era de su autoría. Hablaba de la fe, pero dijo que aun en la misa, no interpretó este tipo de música, que dijo, no es incompatible con al fe. De hecho citó al Padre Jony, que también hace Rock y música heavy. Dijo que la música le permite explicar y vivir muchas emociones, y que es una manera de sacar mucha energía que lleva dentro; una energía que fluye, y que a veces se manifiesta de forma agresiva, pero que en el fondo reclama la paz.
Pidió a la Iglesia y a la sociedad, que sean menos frívolas y que no juzguen. Al acabar se fue con una bendición: “Feliz tú, porque eres sensible, y el Señor sale a tu encuentro.
5º. La palabra la tenía ahora un trabajador, se dijo que era un mileurista, pero él confesó que no llegaba a eso. Es carpintero y su nombre es José Joaquín Borrego, alias “Quina” y que venía de Extremadura.
Nos lo presentaron como un currante. Un joven que además está comprometido con la Iglesia a la que dijo querer aportarle ilusión y a la que pedía se integrara más a los jóvenes. Constató que en la pastoral, todavía no están incluidos los jóvenes trabajadores, que generalmente la pastoral juvenil se dirige más a los estudiantes.
Quina tenía ante sí el reto de crear nuevos grupos de jóvenes, tarea en la que está desde hace cinco años.
Interrogado sobre qué pediría a la Iglesia y a los Pastores, dijo que anhelaba que tuvieran en cuenta la voz de los trabajadores, y que se hiciera una opción por los jóvenes trabajadores desde la Pastoral juvenil.
Se llevó la bendición de “Feliz tú que confías en el Señor, porque Él te acompaña”. Me explicaron que en la segunda sesión, alguien le habló de la JOC, y que Quina manifestó interés por que ésta crezca.
6º En este momento habló Susana, una cristiana comprometida, que venía de una familia con raíces cristianas. Creció en un ambiente parroquial, entre el coro, la catequesis, etc. Explicó que a los 18 años descubrió un grupo de referencia –las Obreras de la Cruz- y que en contacto con ellas, decidió planteárselo todo de nuevo. Decidió parar un poco, alejarse del ritmo frenético de la sociedad y del continuo hacer de los cristianos comprometidos, y preguntarse por qué hacía las cosas, y tratar poco a poco de integrar la Palabra y la vida.
Agradecido mucho que se acompañara su proceso personal de transformación, y manifestó que “Dios no la deja tranquila”.
Dijo que su vida se diferencia de la de otros jóvenes en la dirección, todos buscan la felicidad, pero la fe le da un sentido más hondo.
A la Iglesia, dijo, “le pediría un retroceso a la Palabra de Dios. Siempre pedimos un avance; yo le pido que vuelva y nos ayude a volver a la Palabra.”
Dijo que los jóvenes hoy no entienden muchas cosas de la Iglesia, y que le pediría a la Iglesia que vaya más al fondo y que no se quede tanto en las formas: que así llegará más.
Manifestó su anhelo o su sueño cantando una canción en la que hacía referencia al encuentro personal con Jesucristo, y en la que decía algo así como: “Imagino que Tú estuvieras aquí, a mi lado, y que yo tuviera el privilegio de ser quien más te quiero”
Antes de acabar le regalaron una bendición: “Feliz tú, porque te atrae el Reino, y el Señor es tu tesoro”.
7º. Finalmente llegó Juan. Un joven de Madrid, Juan Montalvo. Venía en su silla de ruedas. Dijo que él no era de un colectivo específico. Manifestó que decir que era un discapacitado o plantear su persona en un término de discapacidad, le parecía muchas veces que era un término que sonaba a peyorativo. Pidió se utilicen términos positivos para ayudar a salir adelante. Dijo que todos somos diferentes, y que él sólo tenía una diferencia funcional.
Preguntado sobre qué le movía o motivaba dijo que “ser feliz”.
Juan está haciendo su doctorado, tiene novia y piensa cansarse. Pidió a la Iglesia que no hiciera nada sobre los jóvenes sin tenerles presente.
Dijo que todos somos diferentes, y le gustaría que la Iglesia acepte esa diferencia e incorpore a los que son diferentes. Le marcó que a un amigo suyo, por tener una minusvalía –por ser diferente- se le negará ingresar en el seminario para ser sacerdote.
Juan, también se marchó con una bendición: “Feliz Tú porque has hecho un camino y el Señor te da su fuerza”.
Al final de cada entrevista, cada persona entrevistada ponía "su puñado de harina" y expresaba un deseo, algo que para el/ ella se necesita para construir una sociedad "mejor" (cada un@ desde su punto de vista, desde su manera de relacionarse con el mundo es sensible a unas carencias) En palabras creyentes, tod@s aportamos a la construcción del Reino de Dios...
Para acabar, se pidió a todos los que estábamos en la sala, que dijéramos palabras que nos había suscitado cuánto habíamos escuchado, y fueron resonando las siguientes: Valentía. Vida. Amor. Jesucristo. Acogida. Mundo. Alegría. Realidad. Juventud. Confianza.
Hubo un gran aplauso en la sala, con el que se evidenciaba la sintonía, respeto y acogida de la Palabra que cada uno/a pronunció con sinceridad y sencillez desde su corazón.
Mañana, me tocará, en el próximo blog, recoger mis impresiones y hacerme eco. Os contaré la experiencia magnífica que tuve con Agustín del Agua y Pedro José Gómez, y lo que pudimos y pude decir desde mi realidad a todo lo que me sugirió este magnífico Foro en el que resonaron 7 voces, y detrás de ellas miles de anhelos, esperanzas, frustraciones, etc.
Para leer y adherirse al Manifiesto del Fórum: www.forumpj.org –
www.dominicos.org/manresa