Mil millones de personas sufren hambre crónica Cáritas reclama a los líderes del G8 y el G20 respuestas urgentes ante la crisis de alimentos
(Cáritas).-Con motivo de la reunión que del 25 al 27 de junio van a celebrar los países de los grupos G-8 y G-20 en Muskoka, a unos 200 kilómetros al norte de Toronto, en Canadá, Cáritas Internationalis ha reclamado a los líderes mundiales la puesta en marcha de respuestas urgentes que permitan abordar la creciente crisis de alimentos en el mundo.
En la nota difundida por Cáritas desde Roma se denuncia que "décadas de políticas económicas y agrícolas erradas han desbordado la resistencia de agricultores y poblaciones de todo el mundo". Como consecuencia de ello "una cifra récord de mil millones de personas sufren actualmente hambre crónica en todo el mundo y una de cada siete no tienen alimentos básicos suficientes para vivir".
Por ello, Cáritas insta a los grupos G8 y G20, que engloban, respectivamente a los líderes de las economías desarrolladas y emergentes de todo el mundo, a que pongan en marcha "políticas mundiales sobre la alimentación que permitan la sostenibilidad de la agricultura a pequeña escala en los países en vías de desarrollo respecto a la agricultura intensiva".
En este sentido, para el director ejecutivo de Desarrollo y Paz/Caritas Canadá, Michael Casey, "ante esta situación de hambre que pasan muchas regiones del mundo, Caritas cree que las políticas agrícolas deben promover a los pequeños agricultores y la producción local de alimentos. Los países del G8 y G20 deben demostrar el liderazgo necesario para invertir la tendencia respecto a las desastrosas políticas alimentarias del pasado. Es necesario, también, respetar los compromisos de la ayuda. Necesitamos más ayuda y gastarla mejor. Y es necesario adoptar medidas eficaces sobre el cambio climático".
Esta misma semana, entre el 21 y el 23 de junio, cerca de 80 líderes religiosos de todo el mundo celebraron su reunión anual en Winnipeg para pedir a los miembros del G8 que respondan a la pobreza e inviertan en la paz y el cuidado de la Tierra. En una declaración conjunta hecha pública al final de esta cumbre interconfesional, los líderes religiosos afirman que "en la cumbre de 2010 esperamos que los líderes mundiales antepongan a sus intereses las necesidades y valores de la mayoría de la población mundial, de las futuras generaciones y de la misma Tierra". Asimismo, exhortan al G8 a mantener sus promesas de asignar el 0,7 por ciento de su PIB a la ayuda al desarrollo.
A este respecto, Caritas alerta que los progresos alcanzados hasta ahora se están perdiendo porque los recursos están disminuyendo. Desde 2004 se ha producido un incremento del 35 por ciento en la ayuda exterior, que se ha traducido en una mejora de la educación y la asistencia médica para millones de personas en los países en vías de desarrollo. Sin embargo, según fuentes de la OCDE la ayuda al exterior en 2009 fue 21.000 millones menos respecto a los compromisos asumidos por el G8 en su reunión de Gleneagles en 2005.
Cáritas recuerda también que la seguridad alimentaria ser va a ver afectada por el cambio climático. Por ello, los países ricos deben prometer 195.000 millones de USD adicionales de financiación pública para el 2020 (unos 158.000 millones de euros), con el fin de ayudar a los países pobres a adaptarse al cambio climático y a desarrollarse de manera sostenible. Y recuerda, además, la necesidad de alcanzar un acuerdo para mantener el calentamiento global por debajo de los 2° C.