Nueva Jerusalén, fundamentalismo, fanatismo, caos

Guillermo Gazanini Espinoza. Secretario del Consejo de Analistas Católicos de México / 23 de agosto.- El sábado 7 de julio, el diario La Razón publicó en nota principal las primeras noticias de la secta michoacana Nueva Jerusalén que, habiendo recibido un anuncio divino, comenzaría la demolición de salones de clases porque en las escuelas habita el diablo, corruptor de las buenas costumbres y de los valores de los niños de la secta milenarista cuya historia no es reciente, creciendo al amparo de la impunidad y la tolerancia de la clase política, particularmente la priísta, durante la década de los ochenta.
La Nueva Jerusalén saltó a la escena pública en 1982 cuando el periodista Juan Ruiz Healy, conductor de la versión mexicana “60 minutos”, exhibió en dos programas, treinta años atrás en octubre, una población cristiana fundamentalista y milenarista cismática de la Iglesia católica fundada por el párroco de Puruarán, el cura Nabor Cárdenas. La pequeña comunidad fue creciendo hasta convertirse en un pueblo con ley propia, regido teocráticamente bajo el sumo pontífice Papá Nabor, su palabra es la norma última; su autoridad, incuestionable y todos los pleitos y desavenencias comunitarias eran pasadas por su poder.
Nueva Jerusalén ha sufrido rupturas y enfrentamientos. El conflicto actual que ha ido subiendo, el que no permite el ingreso de los profesores estatales para impartir clases, ha dado cuenta del origen azaroso y de la fragmentación que en 1973 inició esta secta en una comunidad agraria y atrasada, con estrictas normas de control de los individuos, regulando su vida en todos los aspectos, en la distribución de los bienes y servicios, como uno de los mejores métodos de las sectas destructivas para impedir la crítica y el cuestionamiento de las autoridades. Papá Nabor y Mamá Salomé, antes Gabina Sánchez, vidente y elegida de la virgen del Rosario, fundaron una sociedad estratificada donde los clérigos y religiosos forman la punta de la pirámide. El padre Nabor Cárdenas fue el mensajero rechazado por sus superiores para crear una población anárquica y controlada por el sacerdote que no aceptó la renovación conciliar. Como máxima autoridad de la ermita de la Nueva Jerusalén, el cura de Puruarán fue suspendido del ministerio recibido en Morelia en 1935. Al ser contrario al aggiornamiento de la Iglesia, Cárdenas comenzó la administración de los sacramentos en su nueva comunidad bajo los ritos tridentinos. Gabina, Mamá Salomé, se convirtió en la matrona mensajera que elevaría al párroco como autoridad máxima e intérprete de los mensajes y oráculos. Pronto la comunidad comenzaría a crecer; sin embargo, el primer conflicto se dio en 1981 a la muerte de Mamá Salomé cuando la agrupación se escindió en dos para impulsar a las sucesoras de la primera matrona. La elegida fue una joven de Nuevo León del grupo de las doncellas, llamadas tempranillas, para hacerse llamar Mamá María de Jesús. El grupo impulsor de la adversaria, una joven de ciudad Nezahualcóyotl, Mamá María Margarita, fue expulsado de Nueva Jerusalén en septiembre de 1982.
Papá Nabor y María de Jesús siguieron en el control estricto de la población. La vida social y productiva gravitó en torno a la ermita y a las medidas piadosas y rigoristas: misas en madrugada para niños y niñas, novenas, rosarios obligatorios, ángelus, actos de adoración y desagravio a Cristo y la Virgen, división de los actos de culto por sexos y la suministración vigilada y controlada de los artículos y medios de subsistencia. Como cualquier grupo milenarista, Nueva Jerusalén ha vaticinado el fin del mundo sin éxito. Inicialmente habían anunciado el fin hacia 1980, 1983, 1988 y 1999. El apocalipsis no llegó; sin embargo, los eventos mundiales y la corrupción de la fe han precipitado una cadena de acontecimientos que, según Papá Nabor y los oráculos, acercan a la destrucción donde sólo los pobladores de la ermita encontrarán la salvación porque, según la virgen del Rosario, todos los infieles irán al infierno torturados por las más inverosímiles e increíbles plagas, enfermedades, desastres y calamidades para ser atormentados, por la eternidad, en el lago de fuego.
Nueva Jerusalén es un mundo donde el tiempo se ha detenido y que se ha sostenido gracias a la impunidad o al miedo de las autoridades municipales y estatales que han permitido su expansión. Algunos medios han afirmado que, al amparo de la clase política, priísta o perredista, se han tolerado excesos y la comisión de delitos en una tierra arrasada y asolada por el narcotráfico. La ignorancia, el fanatismo, la extrema pobreza y las fallas pastorales de la Iglesia, han contribuido a la realidad sorprendente de un pueblo teocrático atentatorio de la libertad y de las necesidades de los habitantes. Cuando Nabor Cárdenas murió en 2008, y gracias a las redes sociales, La Voz de Michoacán colgó en youtube la dramática agonía del patriarca asolado por la enfermedad y quizá el peso de su conciencia por las acciones de su pasado. Rodeado de los más cercanos, los consagrados, sacerdotes, clérigos, monjes franciscanos y cistercianos y los santos varones, pidieron a gritos quién sería “su suplente”… Nabor gime el nombre “Martín”; él era el designado, Antonio Barajas Lara, monseñor Martín de Tours, ahora vestido a la usanza de los obispos católicos, junto con Mamá Catalina, la sucesora por herencia de la oración y de las revelaciones de la virgen del Rosario, continuarán rigiendo un pueblo donde los excesos de la religión demuestran el peligro de una secta que somete los destinos de los seres humanos; por otro lado, el asunto educativo que pretende dirigir Martín de Tours para que la secta se encargue de la educación de los niños, viene a enrarecer la atribulada reforma en los estados del artículo 24 constitucional el cual se cree, de forma errónea, vendría a justificar la educación religiosa en las escuelas públicas. A pesar de las señales de alerta desde julio, sólo el conflicto actual empujó a la Conferencia del Episcopado Mexicano a emitir un comunicado el 21 de agosto para deslindarse de la Nueva Jerusalén y calificarlo de cismático y separado del catolicismo y evitar conclusiones simplistas que impidan el avance de la reforma aprobada por la LXI Legislatura del Congreso de la Unión.
El asunto de la Nueva Jerusalén mueve a un examen profundo sobre las vulneraciones a las libertades personales y a los derechos humanos en México que lucha por un reconocimiento pleno de la libertad religiosa. El 2 de abril de 1984, el Parlamento Europeo emitió el documento I-47/84 en relación a las sectas y sus efectos destructivos. Para los parlamentarios, “cuando un movimiento cualquiera se vuelve nocivo o amenazante para la sociedad, las autoridades pueden y deben reaccionar inmediatamente utilizando las leyes de las que ya disponen. Precisemos para apagar las inquietudes, que no participamos en ninguna tentativa con vistas a intentar prohibir o controlar las creencias religiosas o atentar contra la liberta de conciencia, sino que nos ocupamos por el respeto de los derechos del hombre, Si, como consecuencia de su compromiso en uno de estos movimientos, los individuos se vuelven seres dañados mental y socialmente, ¿la sociedad debe desentenderse? Si las personas son separadas de sus hijos e hijas, de su familia y amigos, ¿podemos permanecer indiferentes? Incluso, si son desposeídos de sus bienes porque han sido malinformados o porque se les han hecho falsas promesas ¿no es posible una reacción apropiada?”