Podrían invitar al Papa para canonizar en México a los Niños Mártires de Tlaxcala



Carlos Villa Roiz / SAIME. 25 de marzo.- La fecha y el lugar de la ceremonia de canonización de los Tres Niños Mártires de Tlaxcala será fijada en el próximo consistorio del Papa con los cardenales, aseguró el Arzobispo de Tijuana, Mons. Francisco Moreno Barrón, quien es el postulador de esta Causa de los futuros santos.

Entrevistado, el Sr. Arzobispo dijo que “es probable que la Diócesis de Tlaxcala, en comunión con los demás obispos mexicanos, inviten al Papa Francisco a México para que realice aquí la ceremonia, no obstante, están conscientes de la apretada agenda del Pontífice. “Por lo general, este tipo de ceremonias tienen lugar en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano”, dijo.

El jueves 23 de marzo, el Papa Francisco firmó el Decreto de Canonización de los Tres Niños tlaxcaltecas, y ese mismo día, también anunció la canonización de dos de los tres niños pastores videntes de las apariciones de la Virgen María en Fátima, en 1917, Jacinta y Francisco Marto, “con lo que el Papa dio un claro mensaje de la importancia que tienen los niños en la vida de la Iglesia y en la sociedad”.

El arzobispo Francisco Moreno dijo que “estas canonizaciones son un regalo para la Iglesia universal, y en especial, para los niños, los adolescentes y los jóvenes, y aseguró que estas ceremonias son una clara señal del Papa para que la gente ponga su mirada en la infancia, ya que en el mundo hay incontables niños que no tienen acceso a la educación o a los sistemas de salud; hay explotación infantil; hay niños de la calle, sin familias; se cometen toda clase de abusos contra los niños, en fin, el Papa quiere que la gente ponga su mirada en los niños”.

Luego afirmó que los Tres Niños Mártires de Tlaxcala: Cristóbal, Antonio y Juan, son un modelo de santidad que nos aportan enseñanzas y que son dignos de imitar. Se trata de los primeros mártires de América, ya que el primero de ellos, Cristóbal, fue asesinado en 1527, es decir, tres años después de que llegaran a México los primeros 12 misioneros franciscanos a evangelizar.

El Arzobispo destacó varios puntos de reflexión, entre ellos, que estos tres niños aceptaron el Bautismo, que formaban parte de sus familias y sus comunidades, y que tuvieron una temprana vocación como discípulos de Jesús al aceptar voluntariamente el martirio en coherencia con la fe que habían aceptado.
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