¿La iglesia es rica?
Miriam Cervantes Xochihua / Semanario Koinonía. 5 de febrero. PUEBLA, PUE.- Como sabemos, la Arquidiócesis de Puebla es rica en templos, arquitectura, arte sacro, pero ¿la Iglesia es rica económicamente? ¿cómo subsiste? ¿en qué emplea las aportaciones económicas que los fieles generosamente hacen cada domingo? Para conocer un poco más acerca del tema, conversamos con el ecónomo de la diócesis, padre Víctor Manuel Domínguez Mundó, quien se encarga de concentrar y destinar los recursos económicos que llegan a la Curia diocesana de la Arquidiócesis.
Su principal misión es evangelizar
La Iglesia se sostiene gracias a la contribución de los fieles, no recibe ningún aporte estatal. La principal fuente del sostenimiento económico son las colectas de las misas y de esa ayuda depende la actuación de la parroquia a la que pertenecemos. “La Iglesia debe tener lo suficiente para cumplir con su misión que es evangelizar, administrar los sacramentos y darle la facilidad a todos los fieles a la salvación, para ello necesita medios económicos. Desgraciadamente la Iglesia es espiritual pero también física y necesita de los medios materiales para su sostenimiento”.
La comunidad cristiana (Iglesia) no es solamente el Obispo, los sacerdotes, las religiosas y religiosos o laicos comprometidos, sino somos todos, con la misma exigencia de santidad, los mismos derechos y deberes.
¿Hacia dónde se van los recursos?
“Hay muchos gastos que los vamos resolviendo para que la finalidad de la misión de la Iglesia se realice”. Agregó que además de las limosnas, en el Arzobispado se reciben algunos donativos y las aportaciones que los sacerdotes dan para el sostenimiento de su Iglesia particular. “Un párroco tiene la obligación de pagar en la Curia por cada Bautismo 20 pesos, por cada Confirmación 40 pesos, y eso aquí se distribuye”.
Explicó que lo recaudado de los bautismos y confirmaciones se destina íntegramente para el Seminario Palafoxiano. “El Seminario ya lleva su economía aparte, pero sólo de gastos de honorarios, son aproximadamente 125 mil pesos, además, las comidas, el gas, etc. El gasto mensual del Seminario es de más de 250 mil pesos”.
Los sacerdotes también, mensualmente pagan en la Curia 300 pesos para su seguro sacerdotal, el dinero se envía directamente al Centro Cultural y de Asistencia Sacerdotal (CYAS), ya que ese organismo paga cada año varios millones para que los sacerdotes queden asegurados, además de solventar los gastos médicos mayores así como las pensiones para los sacerdotes ancianos.
Continuar la obra
Lo que principalmente la Curia administra, en cuanto a los gastos de la diócesis, es lo que se recauda de la Contribución Diocesana, que regularmente no pasa de dos millones de pesos; con eso se paga a los sacerdotes que trabajan en la Curia, en el Seminario, a varias religiosas que trabajan en la Sierra Norte, apoyándoles con una mensualidad de seis mil pesos, o a algún padre que necesita un apoyo económico. “Aproximadamente se ayuda a 10 comunidades de la Sierra Norte, a las Siervas del Sagrado Corazón que están en Jonotla, a las Misioneras Carmelitas de Santa Teresita del Niño Jesús que están en varias comunidades, en Olintla, Huehuetla y Tepango. A nivel diocesano, apoyamos a las Hermanas Violetas y Javerianas, porque ellas apoyan a la Diócesis y se les da un subsidio, y se apoya a los sacerdotes cuando están enfermos o a los que en sus comunidades no tienen los suficientes medios. Gracias a Dios todo va saliendo. Lo principal es que tengamos lo necesario para subsistir y continuar con la obra”.
Apuntó que tan solo para cubrir los honorarios de los sacerdotes que trabajan en las dependencias de la Curia Diocesana, se requieren 200 mil pesos, y si a esto le sumamos el gasto corriente del mantenimiento de la casa, como el pago de los prediales de todos los inmuebles, el agua, el teléfono, la luz, se genera una gran cantidad de gastos. “Necesitamos que todo esto marche porque los sacerdotes, religiosas y seglares que trabajan aquí en el arzobispado y en distintos apostolados, necesitan sostenerse”.
Una gran ayuda
Desde el mes de octubre de 2009, el Arzobispo de Puebla determinó que los sacerdotes que tienen parroquia o rectoría de templos, cada mes dieran el 10% de sus entradas brutas, de tal manera que por ejemplo, si entraron 10 mil pesos en una parroquia, antes de hacer cualquier gasto, mil pesos serían para la Curia. “Esto es para ir solventando los gastos que faltan, hace algunos años estábamos en números rojos, teníamos deudas y el guardadito que se tenía ya se estaba acabando, pero tenemos, gracias a Dios, para ir subsistiendo”.
Aseguró que la respuesta ha sido buena, generosa, aunque todavía no en un 100 por ciento. “Agradecemos a los sacerdotes, que es un buen número, que gracias a Dios han acatado y oído la voz del Arzobispo y han venido a cumplir con esa nueva norma que se ha puesto y hacemos una exhortación a los sacerdotes que todavía no acuden, porque es un esfuerzo de todo el clero, que repercute en la gente y es en beneficio para todos”.
Jesús en más hogares
Esta aportación mensual de los sacerdotes sirve para solventar los gastos que no se alcanzan a cubrir, pero con más recursos se podrían hacer mas proyectos pastorales, “se podrían tener otros planes y medios mas modernos para la evangelización, incluso tener apóstoles con algún sueldo, porque generalmente todos los apóstoles seglares son de buena voluntad y gratis, pero si se tuviera más fondos, se podrían destinar personas que se dediquen a tiempo completo”.
Si colaboramos más económicamente, Jesús podrá llegar a más hogares y el Evangelio podrá transformarnos como personas, como comunidad, como Iglesia particular y como Nación. “Una reserva económica serviría para hacer proyectos de evangelización, se podría apoyar a alguna Iglesia que se estuviera construyendo, o apoyar a más religiosas”.
Otras cuotas por cubrir
Cabe reiterar, que casi todos los templos son propiedad federal y como tal, la federación tiene la obligación de ver por ellos, “aunque los usuarios somos nosotros y nosotros somos los que damos mantenimiento y los hacemos funcionar, pero cuando hay algún desastre, como en los temblores, el gobierno por obligación tiene que ver que esto se repare, porque son de su propiedad”.
Agregó que muchos templos nuevos que se podrían poner a nombre de la Arquidiócesis, se ponen a nombre de propiedad federal, para que se reciba ese apoyo del gobierno, “si los ponemos a nombre de la Arquidiócesis, tendríamos que pagar predial y todos los pagos que se generan cuando se tiene una propiedad. En otros países el gobierno tiene un subsidio para las iglesias, viéndolas como un medio de formación espiritual y de educación para los ciudadanos”.
Además de todo este panorama, un punto importante a resaltar son las cuotas que debe aportar la Arquidiócesis de Puebla a la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), a la colecta del Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND), a Tierra Santa, a la Universidad de México, entre otras.
Podemos decir que la Iglesia es la comunidad de los bautizados que para desarrollarse y crecer le implica dar a conocer más a Jesús, con amor a la virtud, humildad y solidaridad, en la vida y el trabajo honesto y digno, pero debemos como fieles aportar tiempo, talento y sobre todo, dinero para que pueda desarrollarse y crecer.
Su principal misión es evangelizar
La Iglesia se sostiene gracias a la contribución de los fieles, no recibe ningún aporte estatal. La principal fuente del sostenimiento económico son las colectas de las misas y de esa ayuda depende la actuación de la parroquia a la que pertenecemos. “La Iglesia debe tener lo suficiente para cumplir con su misión que es evangelizar, administrar los sacramentos y darle la facilidad a todos los fieles a la salvación, para ello necesita medios económicos. Desgraciadamente la Iglesia es espiritual pero también física y necesita de los medios materiales para su sostenimiento”.
La comunidad cristiana (Iglesia) no es solamente el Obispo, los sacerdotes, las religiosas y religiosos o laicos comprometidos, sino somos todos, con la misma exigencia de santidad, los mismos derechos y deberes.
¿Hacia dónde se van los recursos?
“Hay muchos gastos que los vamos resolviendo para que la finalidad de la misión de la Iglesia se realice”. Agregó que además de las limosnas, en el Arzobispado se reciben algunos donativos y las aportaciones que los sacerdotes dan para el sostenimiento de su Iglesia particular. “Un párroco tiene la obligación de pagar en la Curia por cada Bautismo 20 pesos, por cada Confirmación 40 pesos, y eso aquí se distribuye”.
Explicó que lo recaudado de los bautismos y confirmaciones se destina íntegramente para el Seminario Palafoxiano. “El Seminario ya lleva su economía aparte, pero sólo de gastos de honorarios, son aproximadamente 125 mil pesos, además, las comidas, el gas, etc. El gasto mensual del Seminario es de más de 250 mil pesos”.
Los sacerdotes también, mensualmente pagan en la Curia 300 pesos para su seguro sacerdotal, el dinero se envía directamente al Centro Cultural y de Asistencia Sacerdotal (CYAS), ya que ese organismo paga cada año varios millones para que los sacerdotes queden asegurados, además de solventar los gastos médicos mayores así como las pensiones para los sacerdotes ancianos.
Continuar la obra
Lo que principalmente la Curia administra, en cuanto a los gastos de la diócesis, es lo que se recauda de la Contribución Diocesana, que regularmente no pasa de dos millones de pesos; con eso se paga a los sacerdotes que trabajan en la Curia, en el Seminario, a varias religiosas que trabajan en la Sierra Norte, apoyándoles con una mensualidad de seis mil pesos, o a algún padre que necesita un apoyo económico. “Aproximadamente se ayuda a 10 comunidades de la Sierra Norte, a las Siervas del Sagrado Corazón que están en Jonotla, a las Misioneras Carmelitas de Santa Teresita del Niño Jesús que están en varias comunidades, en Olintla, Huehuetla y Tepango. A nivel diocesano, apoyamos a las Hermanas Violetas y Javerianas, porque ellas apoyan a la Diócesis y se les da un subsidio, y se apoya a los sacerdotes cuando están enfermos o a los que en sus comunidades no tienen los suficientes medios. Gracias a Dios todo va saliendo. Lo principal es que tengamos lo necesario para subsistir y continuar con la obra”.
Apuntó que tan solo para cubrir los honorarios de los sacerdotes que trabajan en las dependencias de la Curia Diocesana, se requieren 200 mil pesos, y si a esto le sumamos el gasto corriente del mantenimiento de la casa, como el pago de los prediales de todos los inmuebles, el agua, el teléfono, la luz, se genera una gran cantidad de gastos. “Necesitamos que todo esto marche porque los sacerdotes, religiosas y seglares que trabajan aquí en el arzobispado y en distintos apostolados, necesitan sostenerse”.
Una gran ayuda
Desde el mes de octubre de 2009, el Arzobispo de Puebla determinó que los sacerdotes que tienen parroquia o rectoría de templos, cada mes dieran el 10% de sus entradas brutas, de tal manera que por ejemplo, si entraron 10 mil pesos en una parroquia, antes de hacer cualquier gasto, mil pesos serían para la Curia. “Esto es para ir solventando los gastos que faltan, hace algunos años estábamos en números rojos, teníamos deudas y el guardadito que se tenía ya se estaba acabando, pero tenemos, gracias a Dios, para ir subsistiendo”.
Aseguró que la respuesta ha sido buena, generosa, aunque todavía no en un 100 por ciento. “Agradecemos a los sacerdotes, que es un buen número, que gracias a Dios han acatado y oído la voz del Arzobispo y han venido a cumplir con esa nueva norma que se ha puesto y hacemos una exhortación a los sacerdotes que todavía no acuden, porque es un esfuerzo de todo el clero, que repercute en la gente y es en beneficio para todos”.
Jesús en más hogares
Esta aportación mensual de los sacerdotes sirve para solventar los gastos que no se alcanzan a cubrir, pero con más recursos se podrían hacer mas proyectos pastorales, “se podrían tener otros planes y medios mas modernos para la evangelización, incluso tener apóstoles con algún sueldo, porque generalmente todos los apóstoles seglares son de buena voluntad y gratis, pero si se tuviera más fondos, se podrían destinar personas que se dediquen a tiempo completo”.
Si colaboramos más económicamente, Jesús podrá llegar a más hogares y el Evangelio podrá transformarnos como personas, como comunidad, como Iglesia particular y como Nación. “Una reserva económica serviría para hacer proyectos de evangelización, se podría apoyar a alguna Iglesia que se estuviera construyendo, o apoyar a más religiosas”.
Otras cuotas por cubrir
Cabe reiterar, que casi todos los templos son propiedad federal y como tal, la federación tiene la obligación de ver por ellos, “aunque los usuarios somos nosotros y nosotros somos los que damos mantenimiento y los hacemos funcionar, pero cuando hay algún desastre, como en los temblores, el gobierno por obligación tiene que ver que esto se repare, porque son de su propiedad”.
Agregó que muchos templos nuevos que se podrían poner a nombre de la Arquidiócesis, se ponen a nombre de propiedad federal, para que se reciba ese apoyo del gobierno, “si los ponemos a nombre de la Arquidiócesis, tendríamos que pagar predial y todos los pagos que se generan cuando se tiene una propiedad. En otros países el gobierno tiene un subsidio para las iglesias, viéndolas como un medio de formación espiritual y de educación para los ciudadanos”.
Además de todo este panorama, un punto importante a resaltar son las cuotas que debe aportar la Arquidiócesis de Puebla a la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), a la colecta del Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND), a Tierra Santa, a la Universidad de México, entre otras.
Podemos decir que la Iglesia es la comunidad de los bautizados que para desarrollarse y crecer le implica dar a conocer más a Jesús, con amor a la virtud, humildad y solidaridad, en la vida y el trabajo honesto y digno, pero debemos como fieles aportar tiempo, talento y sobre todo, dinero para que pueda desarrollarse y crecer.