¿Por qué monseñor Ricardo Watty?

Mons. Ricardo Watty Urquidi fue nombrado obispo de Tepic en febrero de 2008. Quienes lo conocieron en Nuevo Laredo recuerdan a un pastor y a un hombre preocupado por el bien de los habitantes de una ciudad fronteriza que, hace poco, vivía una de las jornadas más violentas a causa del narcotráfico, particularmente contra los medios de comunicación que fueron asolados por el crimen organizado.
Quien fuera obispo de Nuevo Laredo desempeñó un papel protagónico en la defensa de los derechos de los inmigrantes y en la difusión de sus derechos fundamentales. Junto con otros obispos de México y Estados Unidos, participó en la redacción de la pastoral más completa que han emitido ambos episcopados sobre el tema migratorio conocida como "Juntos en el camino de la esperanza, ya no somos extranjeros" del 23 de enero de 2003 y que es una guía en la pastoral de movilidad humana en las iglesias de los países vecinos.
Mons. Watty es Misionero del Espíritu Santo, congregación religiosa fundada por el venerable Félix de Jesús Rougier en 1914. De origen norteamericano, Watty Urquidi nació el 16 de julio de 1938 y fue ordenado sacerdote en la ciudad de México en 1968; como presbítero fue formador en el seminario menor de Quetzaltenango, Guatemala y en México se desempeñó como superior en la congregación de los Misioneros del Espíritu Santo. En 1980 fue nombrado obispo auxiliar de México cuando era arzobispo el Emmo. Sr. Ernesto Corripio Ahumada y en 1989 fue nombrado primer obispo de Nuevo Laredo.
La designación de Mons. Watty como uno de los cuatro visitadores apostólicos que investigarán a los Legionarios de Cristo obedece a la clara designación de un hombre que conoce a fondo la realidad de la iglesia mexicana y de la congregación en específico. No obstante su desempeño episcopal notable, Mons. Watty es un hombre comprometido con la defensa de los derechos fundamentales y sabe que sus juicios en torno a la congregación fundada por Marcial Maciel merecerán una imparcialidad absoluta que lleve al conocimiento de las empresas de los Legionarios. Podría ser evidente que hubiera mexicanos entre estos visitadores pero, sin lugar a dudas, el designio de este Misionero del Espíritu Santo tiene repercusiones notables al tratarse de un hombre quien, en la Iglesia mexicana, se ha distinguido por obrar en la verdad y la justicia; en la caridad y en el fecundo ministerio pastoral que es recordado por muchos con cariño notable, además de estar a cargo de una de las diócesis cercanas a la zona de Michoacán, lugar de nacimiento de Marcial Maciel Degollado.