Tiempo de cuaresma (Miércoles de ceniza)

"...Por tanto cuando des limosna, no mandes tocar la trompeta como hacen los hipócritas para ser honrados por la gente, en verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando des limosna que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará...cuando oréis no seáis como los hipócritas a quienes les gusta orar de pie en las esquinas y en las sinagogas para que los vea la gente; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando quieras orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza allí a tu Padre del cielo y tu Padre, que ve en los secreto, te lo recompensará...cuando ayunéis no pongáis caras tristes, como los hipócritas que desfiguran su rostro, para hace ver a la gente que ayunan; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno no lo note la gente sino tu Padre que está en lo escondido y tu Padre, que ve lo escondido, te recompensará" (Mt 6, 1ss)

REFLEXIÓN BREVE:
la cuaresma es un tiempo "fuerte" que nos regala la iglesia, como madre y maestra, para que tomemos conciencia de lo que somos, lo que hacemos y hacia donde vamos.
Somos poca cosa: polvo, arcilla débil y quebradiza (Eso significa la ceniza de hoy). Pero un polvo iluminado por el amor de Dios, como diría Quevedo: "polvo soy, mas polvo enamorado" ¡Olé!
Lo que hacemos, a la vista está, no somos capaces de hacer posible una sociedad más justa y fraterna y estamos divididos en enfrentados por lo material y los intereses humanos hasta extremos de locura. Conozco hermanos que se han retirado la palabra por una tierra de la herencia que no sirve para nada y nadie siembra. ¡Qué vergüenza! No nos respetamos en nuestros valores y creencias, no aceptamos la pluralidad que Dios ha creado en nuestro entorno...
Hacia donde vamos, la iglesia nos lo recuerda, hoy y en toda la cuaresma, cuando nos señala a la Pascua. La cuaresma no es un fin, es un medio para prepararnos para la Pascua, que sí es un tiempo fuerte y hermoso, el más grande de nuestra fe. Resulta chocante que hoy estén las iglesias llenas de fieles en toda España, tal vez el día que más gente acude a misa, y el día de Pascua haya muchos menos fieles en la celebración más grande del año: La resurrección del Señor. Nos hace falta formación y catequesis.
Hoy también las lecturas nos invitan a la autenticidad de nuestra vida cristiana, Hay entre nosotros y en nosotros, mucha incoherencia de vida. Acaba de decir el papa que no es muy adecuado ir a misa todos los días y después ser poco coherentes con la fe en la vida de cada día y a la hora de ayudar a quien pasa a nuestro lado.
La gente ve la incoherencia de los miembros de la iglesia y se escandaliza y esto hace que su fe se debilite.
-Obispos que viven como príncipes en lujosos palacios y rodeados de boato (Aún quedan algunos, cada día menos) que les encantan los honores, que les besen el anillo y les cedan los primeros puestos en la vida social.
-Sacerdotes con más mentalidad de jefes que de servidores de su pueblo, que les encanta mandar en vez de servir y echar broncas en vez de animar. Que no han entendido aún (o no quieren) eso de ser "pastores con olor a oveja".
-Consagrados que han hecho votos en la iglesia y viven en buenas mansiones, instalados en su propia comodidad, amantes del dinero y del buen vivir, más amigos de los famosos que de los mendigos, que echan zancadillas para crecer ellos, chismosos e incoherentes, que rezan cada día y piden justicia y cometen atropellos contra los trabajadores dignos de excomunión, que piden por las vocaciones pero machacan a los que tienen cerca por envidia o rivalidad.
Todos ellos ya han recibido su paga.

Cuaresma, tiempo de volver a Dios desde el corazón, de cambiar el corazón de piedra en un corazón de carne, de mirar a los pobres y descubrir en ellos al Cristo sufriente. Tiempo de pasar de las palabras a los hechos. Tiempo de amar. Tiempo de abstenerse de inhumanidad y ayunar de mala leche. Tiempo de Dios.
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