"Como ovejas sin pastor"

Los que hemos sido pastores desde niños, sabemos muy bien lo que significa que un rebaño vaya solo, sin pastor que lo conduzca, pastando por los montes, sometido a los peligros de los depredadores, sobre todo cuando las crías acompañan a sus madres. Los buitres y los lobos, allí donde los hay, amenazan de continuo el caminar del rebaño y llegan a dividirlo y a atacarlo al menor descuido del pastor y de los perros.
Algo parecido sucede en la vida de la iglesia cuando no hay pastores según el corazón de Dios sino sólo asalariados que viven más pendientes del buen vivir, de la apariencia social, encubriendo delitos muy graves como la pederastia, o especulando con los bienes eclesiales, propios o de los consagrados. En este momento tenemos en España, casos destacados entre los mismos obispos, de todo esto que acabo de citar: vividores, príncipes, encubridores de pederastas y especuladores.
Si la iglesia está haciendo un esfuerzo con el papa Francisco para que los fieles se acerquen más a la iglesia y pueda convocar a tantos creyentes que la han abandonado, sobre todo entre los jóvenes, no podemos permitir estos casos que los alejan aún más porque no es fácil confiar en una iglesia que se rige por pastores así. Se Explica así la reacción de muchas personas que afirman:"Yo creo en Dios pero no en la iglesia" ¿Cómo van a creer en una iglesia así?
El papa Francisco está alertando continuamente sobre estos temas, contra el clericalismo en la iglesia, contra los trepas, contra los negociantes, contra los escandalosos, contra los especuladores. Vamos a ver si la cuaresma convierte nuestros corazones y nos hacemos conscientes todos de lo que nos jugamos con nuestro estilo de vida coherente o no en la iglesia. Todos, empezando por mí.
No sirve de nada llamar una y otra vez a la conversión de los fieles si nuestra vida, la de los pastores, no es un modelo adecuado de fidelidad y de amor a la justicia y a la verdad. Y que comiencen algunos obispos a darnos ejemplo, que para eso lo son.
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