#sentipensar Y la santa curiosidad salió muy cara

Poema a Eva

Tuviste la santa curiosidad

de pensar que otro mundo era posible.

Te dijeron que estabas en el paraíso,

pero ahí estabas

como un animal más, como una planta más,

objetualizada,

infantilizada,

nombrada para ser

comparsa de otro comparsa.

Y la santa curiosidad

salió muy cara.

Un dios kyriarcal

teauguró

fatigas en cada embarazo,

dolores en cada parto,

apetencias insatisfechas,

y la dominación del varón.

En otros lados

te cantarían todos como

la Prometea hebrea

que robó a un dios controlador

el conocimiento del bien y el mal.

En este lado

te culpan todos como

la pérfida mujer

que arrastró a Adán

a la responsabilidad

–siempre incómoda, siempre difícil–

de vivir y decidir.

A ti,

Madre de todos los vivientes,

te hacen culpable

de la propia dominación que padeces.

Tu nombre es Eva,

pero bien puedes llamarte hoy

Lesby

Miriam Elizabeth

Karen Alejandra

Marisela

Rubí Marisol

Nadia

Yesenia

culpada una y otra vez

de tu propio asesinato.

Intuías bien,

Madre de todos los vivientes,

que ese paraíso

no era el Paraíso pleno del Amor,

y ese dios castigador,

no es el Dios vivo del Amor.

Cada justa que

reconoce y lucha por su dignidad

y pone un alto a la dominación;

cada justo que

reconoce y revisa sus privilegios

y se pronuncia por la liberación;

cada una de ellas y cada uno de ellos

son los mil rostros de Jesús

descendiendo a los Infiernos

para pedirte perdón,

abrazarte,

llorar contigo,

agradecerte

y caminar contigo,

Madre de todos los vivientes,

al verdadero.

Paraíso donde reina el Amor.

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