¡Siente la vida!

Apenas llevamos unos días de este nuevo año. Atrás hemos dejado un cúmulo de vivencias, experiencias buenas y malas, que nos han ayudado a crecer y madurar como personas.
Tampoco nos beneficia demasiado echar la vista atrás en demasía, saboreando excesivamente lo vivido. Creo que es primordial, por nuestra salud mental, saber concluir una etapa de la vida, porque si nos quedamos en ella, nos puede ocurrir que perdamos el verdadero sentido del presente. Es importante saber romper cadenas, remontar el vuelo y sacudirnos el yugo de lo innecesario.
Lo sentido, vivido y actuado forman parte del ayer, pero también es verdad que construimos nuestra vida sobre todo ello. Aprender a actuar desde nuestro ser, desde el corazón, sin esperar que nadie nos devuelva nada ni reconozca nuestros esfuerzos, porque no lo van hacer ya que vivimos en un mundo demasiado orgulloso y egoísta.
Que todo nos sirva de experiencia, ayudándonos a realizar los cambios pertinentes sabiendo siempre que Dios tiene un futuro preparado para cada uno de nosotros. Nada en esta vida es insuperable y seguro que muchos de los que leéis este compartir, habéis pasado por experiencias fuertes y duras, sin embargo, aquí estáis…
Que el amor de antaño no nos impida amar hoy. No permitamos que el ayer nos encadene porque hay ALGUIEN que nos está invitando a seguir viviendo hoy, enero de 2012, a mirar adelante, impulsados por proyectos y sueños.
En cada uno está aprender a desprendernos para poder llegar alcanzar la libertad ansiada. Quizá podría ser un buen propósito para este iniciado año…
Volver arriba