"Existe un lobby gay realmente capaz de resultar peligroso para el Papa". Esta vez, la denuncia viene desde dentro, y con nombres y apellidos: Elmar Maeder, quien fuera comandante de la Guardia Suiza entre 2002 y 2008.
En una entrevisa al diario suizo "Schweiz am Sonntag", Maeder denuncia peticiones sexuales a cambio de dinero, favores personales o recompensas por parte de clérigos, obispos y cardenales. Y no lo hace de oídas: "De la existencia de un lobby gay puedo hablar por experiencia personal".
"El problema es que esta red se compone de personas tan fieles uno al otro, que llegan a constituir a una especie de sociedad secreta", subrayó Maeder, quien desvela que "si me daba cuenta de uno de mis hombres era gay, no le permitía hacer carrera. Aunque para mí la homosexualidad no es un problema, el riesgo de ser injusto habría sido demasiado alto".
En las últimas semanas, varios miembros del cuerpo de seguridad del Papa ya habían denunciado haber recibido una veintena de peticiones de relaciones sexuales por parte de miembros de la Curia, si bien se ampararon en el anonimato. Esta es la primera declaración de un personaje con nombre y apellidos, y además de alta graduación.
El guardia afirmó al mismo diario que él varias veces denunció esta situación a sus superiores, reclamando acoso sexual, pero no creyeron lo que decía. El mismo integrante del cuerpo de seguridad denunció, a través del diario, que hay un fuerte "lobby gay" en el Vaticano, que se mantiene encubierto por los altos mandos de la Iglesia Católica.
En contraste con el ex comandante Maeder, el actual portavoz de los guardias del Vaticano, Urs Breitenmoser, restó importancia a las acusaciones de acoso"."Rumores de una red de homosexual, en el Vaticano-señaló- no son nuestro problema. Las preocupaciones de nuestros hombres son, exclusivamente, religiosas y militares".