(Giulia Galeotti en L'Osservatore).- «La cuestión de la comunicación, y de sus conflictos y equívocos, no es cuestión de hoy, sino que se remonta al epistolario paulino. Refiriéndose a prejuicios e incomprensiones, Pablo utiliza incluso el verbo adulterar, que atestigua de modo inequívoco el dato de hecho: el tema capital -sobre el que la jornada de estudio de hoy centró su atención con gran libertad- ya estaba presente en aquel tiempo».
De este modo el cardenal Gianfranco Ravasi, con su habitual inteligencia, cultura, equilibrio y profundidad, cerró el encuentro «Incomprensiones. Iglesia católica y medios de comunicación», celebrado el 10 de octubre en el aula antigua del Sínodo. El cardenal, sin embargo, hizo una añadidura sustancial: «Pablo no se limitaba a defenderse. Pablo reaccionaba, encontraba y aplicaba vacunas». Pocas palabras para captar plenamente el sentido de un congreso que dejará huellas. Con las intervenciones de varios vaticanistas, se fueron afrontando una tras otra «las espinas» (como las definió nuestro director) más relevantes de la comunicación entre la prensa mundial y Benedicto XVI. Con atención casi filológica, con fina agudeza y con la más completa ausencia de temores reverenciales, se abordaron muchos temas.
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