X Encuentro internacional de Silos Padre Moisés Salgado: "Buscar la verdad es buscar la Verdad"

(Carlos E. Rodríguez).- El Padre Abad de Silos Dom Lorenzo Maté inauguró con unas sentidas y brillantes palabras, el X Encuentro de Silos, este sábado (25.6.16), esta vez centrado en un tema "EL MONJE QUE HAY EN MI", desarrollado por el Padre Prior de del Monasterio Padre Dom Moisés Salgado, quien durante 16 años ha sido el Tutor y formador de los novicios benedictinos silenses.

Moderó con intervenciones y comentarios excelentes el Prof. Miguel García-Baró, Catedrático de Filosofía de la Universidad Pontificia de Comillas, cerrando el acto el Director de la Escuela de Pensamiento de Silos Prof. Manuel Balado y Ruiz-Gallegos.

El Presidente y Cofundador de la Escuela de Pensamiento de Silos, Carlos Enrique Rodríguez Jiménez, realizó una corta introducción:

"Muy estimado Padre Abad, monjes de Silos y amigos todos de esta singladura sentida y fraterna, interfase entre lo espiritual y lo material. Un poco monjes para ser guerreros... y ser guerreros, sin dejar de ser un poco monjes ("¡Milites Christi!").
Muy sencillo es el venerar esta Casa; pero permitidme añadir que el Padre Abad Dom Clemente con la complicidad del Padre Roberto y la del Prior de Silos, Padre Moisés, casaron a mi hija Carla con el buen Álvaro, con lo que cualquier expresión de agradecimiento, será corta e insuficiente a este estilo de vida monacal.

El título de la charla en el borrador inicial conversando con el Padre Moisés era "El monje que todos llevamos dentro", que luego se consideró mejor el que se ha tomado.
¿Llevamos o no llevamos dentro de nosotros un fragmento monacal, un "arquetipo monástico"? ¿Cómo interpreta un monje toda una vida de ora et labora? ¿Cómo un "no creyente" interpreta esa propuesta de meditación, recogimiento?

Se trata dejar suspendido el tiempo por un momento de disfrute, sin interferencias, para afianzarse en el no creer... o en el rotundamente creer, sin forzar el pensamiento; dejándose llevar por el sentimiento... o la nada.

Sabemos por antropología, filosofía o por la moderna Psico-Neuro -Endocrinología, que pensamientos, sentimientos y acciones biológicas, dependen de una "relacionalidad"; pero también corren paralelos a una "interioridad". El ser humano necesita comunicarse; pero también necesita silencio y soledad. "Un elemento constitutivo que necesitamos todos, parara sentirnos humanos. Y sobre todo, cabales" que comentó en una entrevista, el Padre Moisés en Religión Digital.

Ese silencio, esa interioridad, favorece al encontrarse consigo mismo, sin interferencias, una visión inmaterial de divinidad, incomprensible inicialmente para la razón humana. Un "Potencial Supercuántico" -que diría el físico teórico David Bohn, gran amigo de Krishnamurti.

En el entorno de la interioridad, alentado por una "memoria genétíca", prende la mecha del creer. El ser humano necesita creer. Y desde ahí, comenzar a crear certezas, a dejar brotar como un esqueje, una pax interior, que crece como espuma desbordante. Basta con regarla con un poco de sosiego, de compartida soledad. ¡Un bálsamo... cuando la soledad se busca!; o sin buscarla, si se disfruta; útil para reconciliarnos con nosotros mismos.

Como diría Rumi, filósofo sufí persa del siglo XIII: "Ayer era inteligente, por lo que quería cambiar el mundo. Hoy soy sabio, por lo que me quiero cambiar a mi mismo...
Hace años que conozco al Padre Moisés, hoy día Prior de la Abadía Benedictina de Santo Domingo de Silos. Ha sido, es y será siempre joven. Sonrisa perenne. Agilidad mental. Dispuesto siempre a oír y responder cordialmente. Como corresponde a esa serenidad vocacional de un monje. Él será el que nos hable, nos sugiera. Nos "contagie". Esa es la cuestión.

Muchas gracias, Padre Abad, Padre Moisé, por esta hospitalidad de la que disfrutamos plenamente".

Nos pareció sumamente corta la alocución del Padre Moisés Salgado, la cual se hubiera alargado indefinidamente en el diálogo posterior, si no fuera acotado por el reglamento horario de la comunidad benedictina silense.

Lo que es un "mónaco" - eremita, "solo" - que busca soledad y silencio, lo inició el Padre Moisés, siguiendo el trazado de Raimon Panikkar, español de madre y de padre hindú, nacido en Barcelona en 1018; "para saber morir hay que saber vivir", era uno de sus lemas. Amante de la música clásica, no soportaba el ruido ni las prisas ni el trabajo mal hecho. Ni la supremacía de la ciencia en detrimento del espíritu. Se negaba a aceptar, posiblemente por esa genética de estirpe oriental, que el ser humano fuese simplemente un "mono evolucionado".

No admitía un pensar humano, lineal, racional y científico, falto del misticismo, y del simbolismo que posee implícito la filosofía oriental.

Las reflexiones del conferenciante, sobre esa vocación monacal de silencio y meditación, sumergidos en el silencio de un claustro, es un simple medio estético de ese sentir vocacional y trascendental, que no necesita marco alguno, pero que facilita sosiego y conexión con lo divino.

Resumió las características de lo que sería el arquetipo monástico:

1. Buscar la verdad, lo cual es buscar...la Verdad.
2. Ese es la dirección real e indefectible de encontrar la felicidad, la que busca de diversas formas la humanidad, equivocado muchas veces el camino.
3. El ámbito espiritual del monje, ayuda con naturalidad a entender la inmortalidad.
4. La senda más certera de ese sentimiento, sería a través de favorecer un desapego a lo material, a través de una vida disciplinada cabal, no exenta de dificultades y contratiempos SIEMPRE superables.
5. "Todos esos condicionamientos temporales, están destinados a desaparecer" (Buda), y así encontrar así...
6. "La vida solo en Dios".

"No podemos pararnos en culpar al Eteno en todo lo malo que nos suceda". Citó a Facundo Cabral cuando decía que "Lo que llamamos problemas, son lecciones; por eso nada de lo que nos sucede es en vano".

Terminó con una afirmación sobre el "toque final" del "monje que todos llevamos dentro", de lo que nos lo insinúa: El ser humano tiene "sed de eternidad" (Don Miguel de Unamuno).

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