"Debemos decir ‘no’ a la guerra de palabras e imágenes" León XIV, a los periodistas: "Desarmemos la comunicación de todo prejuicio, rencor, fanatismo y odio, purifiquémosla"

Prevost arrancó una ovación al recordar a “los periodistas encarcelados por buscar e informar sobre la verdad”. “Pido la liberación de estos periodistas”, insistió, reconociendo “el valor de quienes defienden la dignidad, la justicia y el derecho de los pueblos a estar informados, porque solo los pueblos informados pueden tomar decisiones libres”
“La paz comienza en cada uno de nosotros, en la forma en que cada uno miramos a los otros, hablamos de los otros. El modo en que nos comunicamos tiene una importancia fundamental. Debemos decir No a la guerra de las palabras, de las imágenes, debemos rechazar el paradigma de la guerra”
“La Iglesia debe aceptar el desafío del tiempo, y no debe haber una comunicación y un periodismo fuera de la historia”, finalizó. “Nosotros somos los tiempos”, advirtió
“Hoy, uno de los retos más importantes es promover una comunicación que nos saque de la Torre de Babel en la que a veces nos encontramos, de la confusión de mensajes sin amor, ideológicos y sectarios”
“La Iglesia debe aceptar el desafío del tiempo, y no debe haber una comunicación y un periodismo fuera de la historia”, finalizó. “Nosotros somos los tiempos”, advirtió
“Hoy, uno de los retos más importantes es promover una comunicación que nos saque de la Torre de Babel en la que a veces nos encontramos, de la confusión de mensajes sin amor, ideológicos y sectarios”
Expectación en el Aula Pablo VI ante la primera audiencia pública del Papa León XIV, un encuentro con los periodistas acreditados para cubrir el cónclave. Una costumbre que ya implementaron tanto Benedicto XVI como Francisco, y que Robert Prevost ha querido mantener. Más de siete mil periodistas han cubierto un mes intenso, desde la muerte de Francisco hasta la elección del primer Papa agustino y norteamericano de la historia de la Iglesia.
Apareció León XIV caminando con seguridad, con una sonrisa en los labios, agradeciendo la primera ovación que le regalaron los periodistas. “Buenos días y gracias por esta hermosa acogida”, comenzó en inglés, “les agradezco los aplausos, me los esperaba al comienzo, no al fin”. Después, en italiano, el Papa dio la bienvenida a los medios de comunicación del mundo, agradeciéndoles el trabajo llevado a cabo en “este tiempo de gracia”.
No a las palabras agresivas
Refiriéndose al Sermón de la Montaña, León XIV recordó a “los bienaventurados que trabajan por la paz”. Una bienaventuranza “que nos concierne a todos”, a alcanzar “una comunicación distinta, que no busque el consenso a toda costa, que no se revista de palabras agresivas”, que “no abrace el modelo de la competición” y separe “la verdad del amor”.
Liberar a los periodistas encarcelados
“La paz comienza en cada uno de nosotros, en la forma en que cada uno miramos a los otros, hablamos de los otros. El modo en que nos comunicamos tiene una importancia fundamental. Debemos decir No a la guerra de las palabras, de las imágenes, debemos rechazar el paradigma de la guerra”, subrayó Prevost, quien arrancó una ovación al recordar a “los periodistas encarcelados por buscar e informar sobre la verdad”. “Pido la liberación de estos periodistas”, insistió, reconociendo “el valor de quienes defienden la dignidad, la justicia y el derecho de los pueblos a estar informados, porque solo los pueblos informados pueden tomar decisiones libres”.

“El sufrimiento de estos periodistas encarcelados interpela la conciencia de las naciones y de la comunidad internacional, llamándonos a todos a salvaguardar el bien precioso de la libertad de expresión y de prensa”, recalcó, agradiendo a los medios “su servicio a la verdad”.
Recordando la presencia de los periodistas en Roma, para contar “los ritos de la Semana Santa, han contado el dolor de la muerte del Papa Francisco (otra ovación)”, y el cónclave “particularmente ocupados en días agotadores”.
"Nosotros somos los tiempos"
“Vivimos tiempos difíciles, que recorrer y narrar”, insistió León XIV. “Es un desafío para todos, del que no debemos huir. Nos pide a cada uno de nosotros que, en nuestras diferentes funciones, no cedamos nunca a la mediocridad”, prosiguió. “La Iglesia debe aceptar el desafío del tiempo, y no debe haber una comunicación y un periodismo fuera de la historia”, finalizó. “Nosotros somos los tiempos”, advirtió.

“Gracias por lo que hicieron para salir de los estereotipos y lugares comunes, a través de los que solemos leer la vida misma. Gracias porque han logrado captar lo esencial de lo que somos y transmitirlo por todos los medios al mundo entero”. “Hoy, uno de los retos más importantes es promover una comunicación que nos saque de la Torre de Babel en la que a veces nos encontramos, de la confusión de mensajes sin amor, ideológicos y sectarios”.
Frente a ello, “su servicio, con las palabras y estilo que adoptan, es importante. La comunicación no es solo transmisión de información sino creación de una cultura, de entornos humanos y digitales”. Especialmente en tiempos de IA, “con su inmenso potencial que exige discernimiento para orientar las herramientas por el bien de todos”. “Esta responsabilidad corresponde a todos”.
Mensaje de Francisco, y de León
Finalmente, Prevost volvió a hacer suyo el último mensaje del Papa a los periodistas, con un llamamiento especial: “Desarmemos la comunicación de todo prejuicio, rencor, fanatismo y odio, purifiquémosla”.

“Sirvan a una comunicación capaz de escuchar, recoger la voz de los débiles que no tienen voz. Desarmemos las palabras y contribuiremos a desarmar la tierra”, clamó, defendiendo que “una comunicación desarmada y desarmante nos permite compartir una visión del mundo y actuar de forma coherente con nuestra dignidad humana”.
“Están en primera línea para narrar los conflictos (…) y el trabajo silencioso de tantos por un mundo mejor. Elijan el camino de una comunicación de paz”, finalizó, antes de bajar las escaleras del aula y saludar, uno a uno, a los periodistas.
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