"Esperanza, sinodalidad, compromiso y ambición", ejes del discurso de clausura de Díaz Sariego CONFER se compromete a afrontar con decisión la lacra de la pederastia y "el desafío" de los abusos a religiosas

Clausura de la Asamblea General de Confer
Clausura de la Asamblea General de Confer

"Hemos de ofrecer respuestas a esta situación siendo proactivos para cuidar a las víctimas y para evitar se reproduzca en el presente y en el futuro", sostuvo Díaz Sariego, en una intervención que giró en torno a cuatro ejes: "Esperanza, sinodalidad, compromiso y ambición"

"La experiencia de comunión nos ayuda a situarnos en la sociedad en la que  estamos y en la Iglesia de la que formamos parte. Una sociedad y una iglesia que, por su propia esencia, son plurales"

"No nos obsesionemos con los resultados (Aunque, es normal, todos queremos llegar a buenos  resultados). Vivamos más bien los procesos. En sí mismos ya merecen la pena"

Cierre de la XXVIII Asamblea General de Confer, una asamblea sinodal, en la que más de un centenar de religiosos y religiosas se han encontrado, han debatido y sugerido caminos, afrontar desafíos y "otear horizontes" para el futuro. Una asamblea en la que la cuestión de los abusos ha estado en el centro del debate, y en el discurso final del presidente, el dominico Jesús Díaz Sariego, op.

"Hemos de seguir avanzando, de forma coordinada, en el mutuo acompañamiento sobre el  impacto que ha producido en nosotros la realidad de los abusos a menores y personas vulnerables", subrayó el presidente de Confer, quien apuntó cómo "aparecen nuevos desafíos", como "los abusos de poder y de conciencia que, en algunos casos, derivan en abuso sexual a personas adultas especialmente mujeres (religiosas)".

"Hemos de ofrecer respuestas a esta situación siendo proactivos para cuidar a las víctimas y para evitar se reproduzca en el presente y en el futuro", sostuvo Díaz Sariego, en una intervención que giró en torno a cuatro ejes: "Esperanza, sinodalidad, compromiso y ambición".

Clausura de la Asamblea de Confer
Clausura de la Asamblea de Confer

Corrientes de sinodalidad

"En el misterio de Dios circulan corrientes de sinodalidad", arrancó el dominico, quien abundó en que a lo largo de estas jornadas "está fluyendo inquietud, circularidad, sinodalidad, sororidad, fraternidad". "Algo está emergiendo", destacó, admitiendo que "pretendemos  que ese movimiento vaya en alguna dirección".

"Oteando horizontes" fue el final de este encuentro, con una intención de "procurarnos un futuro", teniendo "una atención especial para descubrir algo nuevo". La bendita novedad de la vida religiosa que, pese a todo, quiere seguir siendo fértil, y dando frutos en abundancia.    

"¿Cuál es nuestra fertilidad y nuestra abundancia? ¿Qué hemos de purificar y de renovar? ¿Qué  horizontes debemos ‘otear’? ¿Qué hay de nuevo’ en esta Asamblea?", se preguntó el presidente de Confer, quien presentó algunas de las "novedades" vividas en la Asamblea. Fundamentalmente tres: el "acento teologal de la sinodalidad", las mediaciones hacia un camino sinodal; y "otras inquietudes" que "procuran, despligan o favorecen un camino sinodal". Esto es: "lo que aún queda por hacer". 

Jesús Díaz Sariego y Lourdes Perramon, presidente y vicepresidenta de Confer
Jesús Díaz Sariego y Lourdes Perramon, presidente y vicepresidenta de Confer

Sinodalidad, un modo de ser 

"La sinodalidad que la Iglesia quiere es más un modo de ser que  un modo de hacer (aunque también)", relató Díaz Sariego, abundando en las ponencias de Cristina Inogés y María Luisa Berzosa. "Nos llevamos sus preguntas (...): ¿Evolucionamos (cambiamos, nos  convertimos) en la lógica teologal (y sinodal) de la creación? ¿Somos capaces de percibir realmente  cómo estamos? ¿Permanecemos en un ‘carisma’ inamovible? ¿Qué nos quiere decir el Espíritu ante la  falta de vocaciones? o si se prefiere, ¿qué Palabra, de Dios, hay detrás de ello? Porque en la ‘escasez  de vocaciones’ hay claramente un mensaje que aún no hemos logrado descifrar del todo. ¿Qué  oportunidades nos brinda el momento?".

Ante esto, el dominico pidió que "no desechemos" las novedades que se esconden detrás de estas preguntas, porque "si no hay una  conversión sinodal en nuestras personas, no hay habrá tampoco una sinodalidad en nuestro hacer".

"¿Cómo nuestro ser, nuestra vocación, puede ser sinodal? ¿Cómo ser ‘sinodales’ por  vocación?", fueron otras preguntas, que entroncan en la raíz de la vida religiosa y su apuesta por la intercongregacionalidad. "Aún más, la experiencia de comunión nos ayuda a situarnos en la sociedad en la que  estamos y en la Iglesia de la que formamos parte. Una sociedad y una iglesia que, por su propia esencia,  son plurales".

Sinodalidad con fidelidad

Una segunda conclusión de la Asamblea, recalcó Sariego, fue el de la sinodalidad en el cuidado y la espiritualidad. "Al cuidar nuestras personas -todos merecemos ser cuidados- tenemos la oportunidad  de ser educados en sinodalidad".

La tercera conclusión, "injertar" en la vocación religiosa una profunda convicción: "hemos de ser hombres y mujeres sinodales por fidelidad". Una vocación a la sinodalidad que "nos lleva a lo esencial, incluso de nuestros votos religiosos", que "conecta con nuestras motivaciones y pasiones, nos ayuda en el propio autoconocimiento y nos conecta de forma respetuosa con el momento personal de los demás. Es más, es un requisito para el liderazgo en  nuestros días".

No obsesionarse con los resultados

Respecto al futuro, los ‘Planes’ y ‘Líneas estratégicas’ que sólo cumplirán su objetivo si "nos abren procesos", no tanto objetivos. "No nos obsesionemos con los resultados (Aunque, es normal, todos queremos llegar a buenos  resultados). Vivamos más bien los procesos. En sí mismos ya merecen la pena". 

¿Y en qué se basan estos planes?

1º).- Se refuerza como lugar de referencia para las Congregaciones. Se nos abre horizonte y nos  ayuda a orientar nuestro futuro. 

2º).- Se fomenta, así, una mayor implicación y colaboración de las Congregaciones en  proyectos comunes. Esto anima y estimula.  

3º).- Se consideran las diversas situaciones por las que están pasando las Congregaciones. Unas  algo más fuertes, otras en una situación de mayor debilidad. Pero se tiene en cuenta a todas y todas  tienen su ‘protagonismo’ en este proceso de fortalecimiento.

4º).- Se mejora la comunicación hacia el exterior, poniendo en valor la vida consagrada en su  conjunto de cara a la sociedad. Uno de los desafíos más importantes que tenemos en estos momentos.  La pregunta sigue latente: ¿Cómo visibilizarnos mejor, siendo voz e imagen de la Vida Consagrada en  nuestros días?  

5º).- Se valoran y tienen en cuenta nuevas la apertura a colaborar con otras instituciones de la  Iglesia y de la sociedad en general. El discernimiento de alianzas con otros es una tarea necesaria e  importante en estos momentos de la CONFER. 

Del mismo modo, recordó Díaz Sariego, otros retos:

1º).- La madurez de asumir nuestro momento, un momento de escasez en cuanto a los recursos  humanos se refiere, buscando creatividad para obtener nuevas respuestas. 

2º).- La intercongregacionalidad y los compromisos que de ella se derivan. 

3º).- La misión compartida. 

4º).- La formación inicial y permanente. 

La cúpula de Confer
La cúpula de Confer

Finalmente, el presidente de Confer subrayó la necesidad de seguir avanzando en el desarrollo de las instituciones regionales, porque "la presencia de la vida consagrada en los diversos  contextos geográficos es una riqueza que debemos mimar y cuidar". Al tiempo, animó a "reforzar algunos servicios de la CONFER. Esto ha de hacerse según las necesidades de las  Congregaciones". También y de forma especial, el trabajo coordinado por acompañar a las víctimas de abusos a menores, pero también a las religiosas, a las mujeres, el gran reto de presente y de futuro de la Iglesia. 

Finalmente, una apuesta por "la reflexión teológica, para enriquecer precisamente nuestra teologalidad, necesita  retomar principios, reformularlos, pensarlos…", para lo que se ha recuperado un grupo de teólogos de apoyo, así como la colaboración "total" con el ITVR o la Facultad de Teología Norte, o el ISCREB.

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