La iglesia comprensiva de los movimientos reivindicativos de la hora actual.

“Cuando Pablo VI hablaba de la Iglesia comprensiva de los movimientos reivindicativos de la hora actual, decía que la Iglesia también aportaba hombres liberadores para esta hora de la Iglesia y de la historia.  Y ¿Cuáles son esos hombres liberadores? El Papa decía: Aquellos que la Iglesia arma con una gran iluminación de fe, con una gran inspiración de amor y con una doctrina social bien prudente y bien eficaz.  Cuando haya cristianos en El Salvador verdaderamente iluminados por la fe y por el amor a Cristo, y bien compenetrados de la doctrina social de la Iglesia, entonces tendremos, en medio de agrupaciones políticas, la presencia de una Iglesia llevada por ustedes, los laicos, técnicos. Ustedes, los seglares, tienen que ser los santos del mundo, santos políticos, santos comerciantes, santos profesionales, lo serán en la medida en que su profesión, su acción política se ilumine por el Cristo que es vida de Dios, encarnada en el hombre.”

En El Salvador se acaba de celebrar la fiesta nacional del patrón “El Salvador del Mundo”: la bajada, misas, pronunciamientos,…. Monseñor Romero solía anunciar sus cartas pastorales que han tenido tanto impacto.  Para la mayoría de los salvadoreños es más bien un tiempo de vacaciones y de asueto.  El significado de celebraciones religiosas se está disolviendo cada vez más.

En la cita que comentamos Monseñor hace una llamada fuerte a las y los laicos creyentes a asumir su plena responsabilidad en la transformación de la sociedad y plantea el reto de ser verdaderamente “santos del mundo, santos políticos, santos comerciantes, santos profesionales”, santos trabajadores/as, santos/as campesinos/as, santos cooperativistas, santos sindicalistas, etc.   Monseñor deja claro cuál es la condición para poder llegar a esa santidad: “Cuando haya cristianos en El Salvador verdaderamente iluminados por la fe y por el amor a Cristo, y bien compenetrados de la doctrina social de la Iglesia”.  Está preocupado por esa necesaria y constante iluminación por la fe y el amor a Cristo, y el pleno conocimiento y comprensión de la doctrina social.  En El Salvador es una triste realidad que el cristianismo se ha hecho  una expresión cultural, para otros una tradición que no se entiende pero se cumple, para otros algo insignificante para sus intereses, y solamente para una minoría una llamada constante a la conversión y el seguimiento a Jesús.   La verdad de esta reflexión se revela cuando se observa la realidad económica, social, política y cultural del país así como la mayoría de las y los salvadoreños la vive.  Los acuerdos de fin de guerra abrieron un espacio de respiro y de esperanza, pero las raíces de la injusticia (económica, social, política, judicial,…) no han sido arrancadas.  Más bien la violencia social (asesinatos, desplazamientos, migración, desapariciones, extorciones,..) siguió creciendo durante más de 30 años y aún está dejando huellas de mucho dolor.

Retomando la cita de Monseñor, ¿no sería que la causa de ese estancamiento es precisamente que la gran mayoría de las y los creyentes cristianos no nos dejamos iluminar por Jesús, que ni conocemos la doctrina social de la Iglesia?  ¿Cuántos cristianos/as leen o estudian las cartas pastorales de sus obispos? ¿Cuántos las ponen en práctica?  En los negocios parece que el mercado y la ansiedad de obtener más ganancia se imponen sobre la justicia. En la política parece que el partido y el poder del partido son más importantes que la lucha real por arrancar las leyes injustas y por cerrar las puertas traseras de muchas leyes.  Hasta el momento aún no se observa un movimiento popular con conciencia liberadora clara.  ¿Qué nos hace falta a las y los cristianos para ser de verdad luz, sal y fermento en las organizaciones populares?  Nos parece importante que no nos dejemos ni dominar ni absorber por la ideología dominante manejada por los gobiernos. “A la luz del Evangelio” siempre será otra luz sobre la realidad y mostrará nuevos caminos a andar.

Dom Helder Camara de Brasil hablaba de las minoría “abrahámicas”, minorías que tienen el valor de hacer pasos nuevos, de romper esquemas, de arriesgarse a un futuro nuevo para todos/as, así como la figura bíblica de Abrahán, llamado posteriormente el padre de la fe.   Aun siendo minorías, si nos dejamos iluminar por Jesús, si nos atrevemos a conocer y a vivir cada vez la llamada evangélica al seguimiento a Jesús, podremos ser un aporte fundamental en la transformación de la sociedad. Empezar a vivir fraternalmente en comunidad solidaria, dedicar tiempo y esfuerzo a la reflexión crítica a la luz del Evangelio y de Monseñor, irradiar una manera diferente de vivir y de comprometerse con las y los demás,…. son pasos nuevos que podemos hacer.  Un poco de sal puede dar sabor a toda la comida. Un poco de luz empieza a suavizar la oscuridad.  No tengamos miedo. 

Reflexión revisada para el domingo 11 de agosto de 2024. (Reflexión original escrita para el domingo 8 de agosto de 2021)   Homilía en la liturgia del 19° domingo del tiempo ordinario del calendario litúrgico 12 de agosto de 1979.  Homilías Monseñor Oscar A Romero, Toma V, Ciclo B, UCA editores. San Salvador.  página 216

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