Este himno mariano es el que te traigo para el día de hoy. Un himno muy admirado a lo largo de los siglos, como lo fue del compositor de hoy. No muy conocido por estas lides pero que se defiende muy bien en este género hasta el punto de que compuso una obra que, aunque breve, es muy citada en los manuales de referencia.

Te hablo de Edvard Grieg (1843-1907), compositor noruego nacido en Bergen, además de pianista y director de orquesta. Está considerado como el compositor escandinavo más importante de su época y el que promovió la música nacionalista noruega. Entre otros géneros musicales, destacó por la composición de canciones para voz y piano aunque también es admirado por otras obras, como su concierto para piano. Aunque comenzó sus estudios con su madre los desarrolló principalmente en el conservatorio de Leipzig. Su música es trascendental para Escandinavia. Compuso obras para piano de calidad tal que hay quien le llamó el Chopin del norte.

La obra que te traigo hoy no es la más conocida de este gran compositor, para qué nos vamos a engañar. Sin embargo, siempre que se habla del himno Ave Maris Stella se alude a esta obra de Grieg, compuesta en 1893. Por cierto, el himno es uno de los presentes en la liturgia de las horas y se suele rezar en vísperas. Su autor no está claro y su texto aparece en un manuscrito del siglo IX de la abadía de Saint Gall. En la pieza puede apreciarse como Grieg maneja a la perfección la masa coral dando lugar a una obra intimista y delicada.

Aquí te la ofrezco interpretada por el Coro del Saint John's College de Cambridge, dirigido por Christopher Robinson.