Bach, canzona BWV 588



¡Feliz Domingo de Resurrección! Para este día tan alegre en el que celebramos el misterio más importante de nuestra fe, Bach no podía faltar. Vamos a disfrutar hoy de una obra relativamente conocida. Por lo menos se graba e interpreta bastante. De nuevo una obra del maestro de Eisenach que es un poco enigmática en su sonido, algo nostálgica pero que tiene una belleza y un brillo especiales. Nada mejor que la música de Bach para disfrutar del domingo. ¡Aprovecha que se acaba el fin de semana y las vacaciones!

En este domingo también está con nosotros Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Alguna vez te he hablado de ello pero puede ser interesante recordarlo. En 1923 el maestro fue nombrado cantor en la Thomaskirche de Leipzig, puesto que mantuvo hasta su muerte. Pero no sé si sabes que una de sus funciones era la de dar clases de latín. Como puedes imaginarte, no era algo que le entusiasmaba así que pronto las delegó en un tal "Magister Petzold". El latín era una lengua el maestro usaba asiduamente. De hecho, hubo una época en la que firmaba con "JJ", que proviene de "Jesu, juva", y otras veces lo hacía con las famosas "SDG", es decir, "Soli Deo Gloria". Varias de sus grandes obras están compuestas en latín: piénsese en la "Misa en si menor" o en el "Magnificat". Por tanto, a pesar de que no diese muchas clases de esa sí que estaba presente en la vida mucho más de lo que pueda parecer.

Para este día de la resurrección del Señor Bach nos ofrece su Canzona en re menor, BWV 588. Es una pieza en estilo fugado en la que Bach mezcla sabiamente técnicas del norte y del sur de Alemania. Parece ser que el modelo sería las canzonas de Frescobaldi; parece que incluso el tema de esta obra está relacionado con otro del maestro italiano. Bach construye la obra en forma de fuga a tres voces, pero con un tema oscuro y misterioso, que poco a poco se va desarrollando. Avanzada la obra, el compás cambia a ternario y la melodía que acompaña este cambio desciende cromáticamente. Parece que es una mirada a los comienzos del Barroco pero el maestro se las arregla para darle un toque actual lleno de color, de forma que la obra se convierte en algo moderno. Las arcaicas fugas tienen aquí en otra visión con un aire nuevo. Por tanto, podemos decir que al austero estilo alemán le aporta una nueva coloración gracias a la influencia italiana.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Gert van Hoef al órgano de la Grote Kerk localidad holandesa de Epe.

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