Bach, motete BWV 229



Seguimos recorriendo los motetes de Bach. Son unas obras que no son tan conocidas como sus cantatas (que tampoco es que todas sean especialmente populares) pero que, si los estás disfrutando como yo, verás que merecen la pena. Así tenemos una visión más rica y completa de la música del maestro. Tiene unas obras maravillosas y muy conocidas pero es bueno avanzar un poco e ir por caminos menos transitados.

Johann Sebastian Bach(1685-1750), el gran compositor alemán nacido en Eisenach procedía de una importante familia de músicos de Turingia. De hecho, el apellido Bach era asociado con música de forma inmediata. Esa familia era muy prolija y la descendencia del maestro no lo fue menos. No sé si te sorprenderá saber que tuvo en total la friolera de veinte hijos de su matrimonio con dos esposas. Con la primera, María Bárbara, tuvo siete de los que sobrevivieron cuatro y los otros tres murieron a escasa edad. De la segunda, Ana Magdalena, tuvo trece hijos. De ellos seis llegaron a edad adulta y los otros murieron o bien a los pocos días o incluso uno llegó a los cuatro años. Su último hijo era mujer, llamada Regina Susana, que nació viviendo la familia ya en Leipzig. Cuando esta nació, el hijo mayor, que también era mujer (Regina Dorotea), contaba ya con treinta y cuatro años.

Quiero que hoy disfrutes tanto como yo con su motete Komm, Jesu, komm, BWV 229, es decir, "Ven, Jesús, ven". Es una excepción entre las otras de este tipo de Bach ya que su texto está tomado íntegramente de un himno luterano. Ese texto fue escrito para los funerales de una profesor de la Thomasschule de Leipzig y luego se puso en música. Bach debía de sentirse muy satisfecho por la obra que decidió él mismo ponerle música. Parece que fue compuesto para otro funeral, en 1732 (o quizá antes). En la obra, el viejo kantor explota todas las posibilidades que le daba un doble coro, usando una técnica contrastante, tanto en cuanto al ritmo, métrica, afecto y textura. Son sobrecogedoras las primeras notas, sobre el verbo "Komm", en la que se implora a Jesús que venga a nosotros. Esos bloques corales contrastan con una segunda sección en forma de minueto. Una vez más, el maestro sorprendiéndonos.

El texto en español de la obra puedes seguirlo aquí. La partitura puedes descargarla aquí.

La interpretación que te ofrezco es la de La Chapelle Royale y el Collegium Vocale dirigidos por Philippe Herreweghe.

Volver arriba