Bello y dulce amigo



¡Feliz martes! Para el día de hoy te propongo una música que nos hará remontarnos a época muy antiguas y vendrá de la mano de una compositora (si por aquella época podía aplicársele este adjetivo) que es del todo desconocida pero cuya música despuntaba. En la Edad Media todo estaba dominado por el hombre pero aún así sobresalían diversas mujeres que nos dejaron sus huellas y se han conservado hasta nuestros días. La de hoy es una pionera y ahora te explicaré por qué.



Se trata de Tibors de Sarenom (hacia 1130 – después 1198), trobadora francesa, de Provenza, que parece ser fue la primera de este género, por lo menos en cuanto lo que se ha atestiguado. Era conocida como Thiburge II o Tiburge II d'Orange. Su actividad poética fue bastante importante, en una época en la que muchos de los poemas se cantaban. Es una de las muy pocas trobadoras a las que se le escribió una vida, algo así como una biografía pero con más elementos inventados (o míticos) que reales. Su padre era Guilhem d'Omelas y su madre Tibors d'Aurenga, quien aportó a la familia el castillo de Sarenom. Con la hija puede haber algo de confusión porque tuvieron dos, ambas llamadas Tibors; también un hijo: el famoso trobador Raimbaut d'Orange. Tibors no tuvo hijos, hasta lo que sabemos. Parece ser que murió después de su marido, en 1881 o 1182 aunque un documento de su hijastro Uc podría indicar que falleció en 1198. Todo muy oscuro como corresponde a la época.

De todas las obras que escribiera Tibors solo se ha conservado la obra de hoy, titulada Bels dous amics, que en realidad es una estrofa a la que se le añade una pequeña biografía. Una obra cuya música tiene que ser casi reinventada porque da pie a bastante especulación pero que está llena de ese espíritu medieval, a medio camino entre lo misterioso y lo mítico. El texto es el siguiente:

Bello y dulce amigo, verdaderamente puedo decirte
que nunca me ha faltado el deseo
desde que te tomé por auténtico amor.
Ni tampoco me dejó el deseo
bello, dulce amigo, de verte más a menudo,
ni hubo momentos en los que me arrepentí.
ni cuando te fuiste enfadado
y no sentí alegría hasta que volviste,
ni... (canción incompleta).

La interpretación en este caso tiene música en contrafactum de Raimbaut de Vaqueiras. Se debe a Domitille Vigneron (canto y viola) y Thierry Cornillon (rota).

Volver arriba