Empezando con un concierto



Y, claro está, empezados la semana. ¿Qué mejor manera que hacerlo mediante un bello concierto? En este caso es solo para un instrumento, que lleva tanto la parte solista como la orquestal (por decirlo de alguna forma). Hoy vamos a disfrutar de una música que está a caballo entre el barroco y el clasicismo y de la mano de un apellido que seguro que te sonará. ¿Te apetece?

Te propongo escuchar hoy música de Wilhelm Friedemann Bach (1710-1784), compositor alemán nacido en Weimar. Era el hijo mayor de los que tuvo "la vieja peluca". De los hijos de Bach que más conocidos se han hecho como compositores (además de él, Carl Philipp Emanuel y Johann Christian) este fue el que tenía más talento a la hora de interpretar al teclado (sobre todo el órgano y el clave) y el que componía con un estilo más próximo al de su padre. Sin embargo, no tuvo una gran fama y durante su vida no pasó de ser un mero organista de iglesia. Parece ser que era arrogante y complicado y tiene fama de ser considerado como la oveja negra de la familia. Hay quien dice que malgastó su talento. Hoy vamos a disfrutar de este con una bella obra, digna de un grandísimo compositor.

Escuchemos, si te parece, el Concierto para teclado en Sol Mayor, Fk. 40 (donde "Fk." hace referencia al catálogo de Falck). Seguro que Wilhelm Friedemann llegó a interpretar al teclado muchos conciertos de su padre y de este aprendió que el clave solo se basta para elaborar un imponente concierto. Y buena prueba es que lo consigue. En una estructura tripartita, este concierto se abre con un allegro que es apabullante. Luego da lugar a un bello movimiento lento, muy ornamentado que conduce a un vibrante final. Ya podemos ver cómo el estilo se mueve del estilo contrapuntístico de su padre a otro más galante.

La interpretación es de Aapo Hakkinen al clave.

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