Lamia

Lamia, Howell

¡Feliz lunes! Si ayer terminábamos la semana, como siempre, con la música de Bach hoy quiero empezarla con la de una mujer cuya música es fascinante y, desgraciadamente, no demasiado conocida. En cuando se escuchan los primeros compases de su obra vemos que es de justicia conocerla mejor. Vamos a ello.

Dorothy Howell

Creo que no es la primera vez que aparece aquí Dorothy Howell (1898-1982), compositor británica nacida en Birmingham. Con catorce años ya era bastante virtuosa tocando el piano y decidió dedicarse a la composición, animada por una familia llena de músicos, que disfrutaban tocando y cantando juntos. Se educó en diversos conventos (británicos y belgas), algo que odiaba pero con quince años fue admitida en la Royal Academy de Londres para estudiar piano y composición. Con veintiuno su carrera se vio impulsada, gracias a la obra que hoy escucharemos, y empezó a componer profusamente a la vez que despegaba su carrera como pianista. Con la muerte de su hermano Carlo, además de sufrir un shock, su música se hizo más profunda e intensa, y su escritura para piano aún más apasionada. Ha sido calificada como la Strauss inglesa.

Escuchemos su poema sinfónico Lamia, compuesto cuando solo tenía veintiún años y que fue estrenado, nada menos, que por Henry Wood en los Proms; fue interpretado cinco veces esa misma temporada. Se basa en un poema homónimo de Keats; la prensa también se hizo gran eco del éxito. La obra recuerda poderosamente a Ravel, y la chica compositora, como fue llamada, estuvo en boca de todo Londres ya que la obra había dejado impactado al público del Queens Hall. El texto y la música describen a Lamia, convertida en serpiente, enamorada del corintio Lucio. La mujer le pide al dios Hermes que la restaure a su forma humana, algo que pasará con fuertes padecimientos.

La interpretación es de la BBC Philharmonic dirigida por Rumon Gamba.

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