Misa en Si menor (Sanctus III)



Hoy damos fin al Sanctus de la misa de Bach y con ello casi a la misa completa ya que el siguiente número no es muy amplio. Creo que ha quedado una panorámica (muy general) de la música que por lo menos nos ha hecho disfrutar de la obra o, quizá, verla con otros ojos. Mis escasos conocimientos no me han permitido ir mucho más allá.

Que Johann Sebastian Bach (1685-1750) es un fuera de serie en casi todos los aspectos de la música es algo conocido ya. También era un profesor extraordinario y sus dotes pedagógicas hacía que sus discípulos se convirtiesen en otros maestros. Además de técnicas como la de pasar el pulgar por debajo de otros dedos cuando estaba al teclado procuraba atender las necesidades de sus pupilos. Si alguno presentaba alguna dificultad enseguida cogía tinta y papel y le escribía alguna pequeña invención con la que practicar dicha cuestión, y lo hacía sobre la marcha. Igualmente, era un prodigio cuando tocaba el órgano en el que era capaz de improvisar hasta de seis voces compuestas sobre la marcha y con facilidad.

Vamos a nuestra querida Misa el Si menor BWV 232. Para concluir el sanctus hoy te traigo el Benedictus y la repetición del Osanna. En el benedictus no está claro qué instrumento solista debe usarse ya que Bach no lo indica en su partitura autógrafa. Parece ser que Bach compuso la obra en un estilo algo más alejado del lenguaje barroco y que conecta con el estilo galante. El tenor, que parece imitar a la flauta solista, en realidad realiza reminiscencias de la misma no una imitación directa. Aquí Bach presenta un contraste muy remarcado ya que en el benedictus utliza los medios más reducidos de las fuerzas instrumentales y vocales pero en el osanna siguiente usa los más amplios. Bach, como es marca de la casa, siempre sorprendiéndonos.

La interpretación, como el miércoles pasado, corre a cargo de Gerd Türk (tenor) y el Bach Collegium Japan dirigido por Masaaki Suzuki.

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