Sinfonía trágica

Sinfonía 6, Mahler

¡Feliz martes! La vida fue una verdadera tragedia para el compositor que nos acompaña hoy. Un maestro del exceso, de obras largas y magníficas y de grandes obras sinfónicas que son, a partes iguales, odiadas y amadas por los aficionados a la música.

Gustav Mahler

Hoy estamos en compañía de Gustav Mahler (1860-1911), compositor austro-bohemio nacido en Kaliště. Un día estaba componiendo tranquilamente en su cabaña de los Dolomitas y, de pronto, dos pájaros (un águila que perseguía a un cuervo) casi se estamparon contra la ventana de forma que hicieron añicos uno de los cristales. Eso desestabilizó tanto al compositor que casi cayó en una pequeña depresión. Bruno Walter dijo: «Su cielo musical se había convertido en un campo de batalla de una interminable guerra de todos contra todos». Aunque el mismo Walter no se atrevió de calificar el incidente de un augurio, sí es cierto que poco después el maestro cayó enfermo y terminó muriendo unos meses más tarde.

Una de sus magnas obras es la Sinfonía n.º 6 en la menor, que lleva el subtítulo de Trágica. Fue compuesta entre 1903 y 1904 y se estrenó en 1906 en Essen dirigida por el propio compositor. No hay transformación final en alegría sino que toda la composición permanece en un tono sombrío y lleno de fatalidad. De esta obra vamos a escuchar el primer movimiento (que por sí solo dura más que una sinfonía de Haydn), marcado como Allegro energico, ma non troppo. Heftig, aber markig. Está escrito en forma sonata con la exposición repetida. Parece ser que su intención fue hacer un retrato de su esposa, Alma, mostrando un contraste de diversos aspectos. De hecho, el movimiento termina de forma triunfante con el llamado tema de Alma.

La partitura de la sinfonía puede descargarse aquí.

La interpretación es de la Orquesta Sinfónica de Londres dirigida por Simon Rattle.

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