Suena la chacona



¡Feliz martes! Espero que la semana vaya bien en su lento caminar e igualmente que estés disfrutando hagas lo que hagas. Para hoy te traigo otro maestro que nos visita por primera vez así que un día más estamos de enhorabuena. En este caso vamos a viajar a épocas más antiguas que la de Leo Brouwer de ayer para disfrutar de una danza que estaba muy en boga. Nuestro compositor no se resistió a elaborarla para teclado y le salió una obra que suena hipnótica y llena de encanto.

Saludemos a Bernardo Storace (fl. 1664), compositor italiano del que no se conoce su lugar de nacimiento. Es más, se sabe muy poco de su vida. Lo que conocemos es gracias a los datos que él mismo aporta en la única colección conocida de piezas suyas. En 1664 era vicemaestro de capilla en Mesina (Sicilia). Su música fue publicada en Venecia por lo que se piensa que estuvo más vinculado con la escuela veneciana que con la napolitana, de ahí que hay quien sostiene que pudo haber nacido en el norte de Italia. La colección de piezas a la que aludía se titula «Selva di varie compositioni d’intavolatura per cimbalo ed organo» y es un importante conjunto de piezas instrumentales. Ahí apreciamos cómo Storace es el eslabón de la cadena que va entre Frescobaldi y Pasquini. Se le veía cómodo con las grandes formas y con piezas extensas, destacando sobre todo en el arte de la variación.

Precisamente es ese arte el que nos muestra Storace en esta Ciaccona, obra compuesta para teclado. La obra está escrita alrededor de ese conocido bajo de chacona, tan popular en los siglos XVI y XVII. Sobre ese bajo, compuesto de dos cuartas descendentes separadas por un intervalo de tercera, el maestro compuso una larga serie de variaciones en las que se exprimen al máximo las habilidades del intérprete. Storace muestra una inventiva increíble a la hora de variar prácticamente todos los aspectos que le permite el bajo ostinato que dio lugar a uno de los tipos de danzas más populares de la época.

La partitura de la obra puedes conseguirla aquí.

La interpretación es de Francesco Cera al clave.

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