Tedeum

¡Feliz lunes! Es habitual que siempre para cerrar el año traiga un tedeum. Sin embargo, al caer el fin de 2022 en fin de semana tocaba música mariana y de Bach. Vamos a escuchar uno hoy, y además será a lo grande, puesto que la composición es impresionante.

Su compositor es António Teixeira (1707-1774), compositor portugués nacido en Lisboa. Con nueve años fue enviado a Roma y volvió a Portugal para ser capellán-cantor de la catedral de Lisboa. Después compuso diversas obras congratulatorias para miembros de la aristocracia lisboeta. También escribió diversas óperas, muchas con libreto de António José da Silva, que la Inquisición terminó quemando en 1739, casi todas basadas en personajes mitológicas. Todo esto sirvió para demostrar cuán hábil era Teixeira para asimilar los gustos italianos, cuya música barroca estaba totalmente presente en el estilo del portugués. Parece que es el mismo Teixeira que era miembro de la hermandad de Santa Cecilia y que compuso obras religiosas que hoy día se conservan en al catedral de Lisboa.
Su composición más conocida es el Te Deum. Su partitura se conserva en la iglesia de Loreto de Lisboa y es posible que fuese interpretado el 31 de diciembre de 1734. Teixeira expone el texto de forma alternada, unos en polifonía y otros en canto llano. La composición es impresionante, tanto en su extensión como en su orquestación, con ocho solistas, coro a cinco partes y una orquesta completa. Su paso por Roma es aquí evidente, con la escritura policoral siempre presente (por ejemplo al final de Tibi omnes angeli) y con un perfecto equilibrio entre los momentos solistas y para todo el conjunto. Hay momentos que recuerdan a la ópera (Tu devicto mortis y Dignare Domine) y otros que contienen obras puramente contrapuntísticas. Una composición impresionante, que recuerda a ciertas grandes obras arquitectónicas portuguesas.
La interpretación es del Coro Gulbenkian y la Orquesta Divino Sospiro dirigidos por Jorge Matta.