Trisagio



¡Feliz lunes! ¡Da comienzo una nueva semana que espero la aproveches como solo tú sabes hacerlo! Hoy quiero traerte música de un compositor que celebra hoy su cumpleaños. Está felizmente vivo y componiendo. Es uno de los grandes nombres de la música actual, música que no destaca por ser difícil de oír y entender. Es un hombre que sabe tocarnos en nuestro interior, en nuestra profundidad... y que con su ayuda podemos extraer algo de ella. ¿Te apetece un viaje a tu mismidad?

Si es así, se encargará de ello Arvo Pärt (1935), compositor estonio nacido en Paide un 11 de septiembre. Para él su propia música es como la luz blanca que se descompone al atravesar un prisma y compara ese prisma con el alma del oyente. Creó la técnica de llamada «tintinnabular», con la que ha compuesto sus piezas y dice que es como el silencio con quien está en soledad. En ese silencio suena una nota, que le conforta, y es suficiente con esa nota que suena bella. En muchas de sus piezas predomina el silencio. Arvo Pärt se las arregla para adornar ese silencio con música, ya que su música está formada por le silencio. Sus críticos le reprochan esta simplicidad de ideas. Sin embargo, tras ella hay un proceso de composición totalmente riguroso, con una gran carga teórico que podríamos comparar al ideado por Schenberg. No es un compositor que se haya anclado al pasado sino un compositor contemporáneo y actual.

Con esa técnica Pärt compuso su Trisagion, en 1992, para orquesta de cuerdas. El motivo era el 550º aniversario de la Parroquia del Profeta Elías en la ciudad sueca de Ilomantsi. La obra está llena de un contenido religioso, a pesar de ser estrictamente instrumental. Se aprecian perfectamente las dos voces que componen la técnica de «tintinnabular», creando una atmósfera centrada en la tónica y explorando otras relaciones. Ese ímpetu religioso que está presente en toda la composición está tomado de los textos de san Juan Crisóstomo, que usaba la triple fórmula trinitaria en sus escritos.

La interpretación es de la Orquesta Sinfónica Nacional de Estonia dirigida por Paavo Järvi. ¡Feliz cumpleaños, maestro!

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