Vino, mujeres y canciones



¡Feliz lunes! Espero que pases muy bien la semana que hoy empieza. ¿Qué te parecería si te propongo hacerlo bailando? ¡Sí, un vals nada menos! Seguro que el título del post (que es el de la obra) te ha llevado inmediatamente a reconocer la forma y, por qué no, incluso a comenzar a tararear la pieza. No debemos ver este género como algo frívolo, de salón o música solo hecha para entretener. Tenemos a nuestra disposición verdaderas maravillas y una de ellas es la obra de hoy.

Que fue compuesta por Johann Strauss II (1825-1899), compositor austríaco nacido en Viena. En su nombre suele aparecer también «Jr., parar distinguirlo de su padre, de igual nombre. Mostró una gran inclinación por la música a pesar de la oposición de su padre. En 1844 lo tenemos dando su primer concierto y formando una banda para dar conciertos. Con ella interpretaba cuadrillas, polkas, valses y mazurkas. Su consagración fue en 1849, año en que falleció su padre. Tomó sus contratos pero una seria enfermedad hizo que las labores de director de orquesta pasasen a su hermano Josef. Retomó así sus composiciones y se ganó el respeto de otros maestros como Verdi, Brahms o Wagner. Viajó hasta Estados Unidos. Allí se hizo famoso con sus interpretaciones en Nueva York y Boston. Este Strauss, el hijo, es el llamado «rey del vals». Imagínate por qué. Es quien escribió obras maestras como «El bello Danubio azul» o el «Vals del emperador», que tantas emociones nos causan cada 1 de enero cuando los escuchamos y en otros momentos.

Otra de esas obras maestras es este Wein, Weib und Gesang op. 333. Fue publicado en Viena en 1869 y fue una obra muy popular entre sus contemporáneos, siendo favorita de Brahms y Wagner. El primero lo citó en su cuarteto op. 51 y el segundo eligió esta composición para ser interpretada en el foyer del teatro de Baureuth en el descanso de sus óperas. Es una de las obras que hicieron famoso a Strauss en sus conciertos estadounidenses. Su introducción es casi en forma de poema sinfónico y conduce a un fluido y luminoso vals en compás de 6/8. El sonido es cálido y evocador, con melodías en las voces internas e intensos bloques de acordes. Está lleno de cambios armónicos que llevan a una conclusión de lo más poderosa, sin necesidad de coda.

La partitura de esta belleza puedes descargarla aquí.

La interpretación es de la Orquesta Filarmónica de Viena dirigida por Georges Prêtre.

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