La investigación se debate entre el suicidio y un asesinato tras torturas Aparece ahorcado un sacerdote argentino que había denunciado a las redes de narcotráfico

(J. B./Agencias).- Juan Viroche, un conocido sacerdote argentino que ha dedicado su vida a denunciar el narcotráfico en Tucumán, apareció ahorcado en la sacristía de su parroquia. Aunque en un principio la Policía subrayó que no había signos de violencia, lo cierto es que su cuerpo presentaba golpes que podrían llevar a pensar en torturas, y sus pertenencias se encontraban desparramadas por el piso.

Su muerte ha provocado dolor y consternación entre los fieles y el episcopado argentino, que ha reclamado "un pronto esclarecimiento del hecho". En lo tocante a la investigación, existen dos líneas de trabajo radicalmente distintas. Así, mientras el fiscal de Tucumán, Diego López Ávila, afirmó en un primer momento que "todo indica que se trataría de un suicidio", el fiscal general ante la Cámara de Apelaciones, Antonio Gómez, aseguró que resulta "inconcebible" que Viroche se hubiera quitado la vida, y confirmó que "había pedido su traslado por las amenazas que recibía".

"Era un sacerdote que se caracterizó siempre por la defensa de los jóvenes, por la lucha contra el narcotráfico, había pedido al arzobispo su traslado de la parroquia por estas amenazas y hoy vemos esto que lamentablemente se podría haber evitado si se hubieren tenido en cuenta todos sus temores", señaló Gómez.

Según el fiscal, estos sacerdotes les dijeron que el cadáver "apareció con muchos golpes en las costillas" y agregó: "Aun cuando no sea así, no es un suicidio porque, insisto, era un sacerdote comprometido con la vida".

Para Gómez "quieren disfrazar de suicidio otra cosa" y apuntó contra la dirigencia política de la provincia, a la que acusó de "estar involucrada con el narcotráfico de manera muy importante".

Fuentes del caso confirmaron a Telam que Viroche había recibido amenazas en los últimos días. Otras versiones aseguran que, por el miedo que tenía. Tras la noticia de su muerte, vecinos de La Florida se congregaron en torno a la parroquia para orar por el sacerdote y pedir que se aclaren las circunstancias de su muerte.

En noviembre del año pasado, tras un asalto a una iglesia, vecinos de Delfín Galló organizaron una misa en la calle para pedir seguridad. La ceremonia fue encabezada por Viroche, quien explicó que el gran problema de la pequeña localidad, de no más de 8.000 habitantes, era el consumo de droga.

"Estoy convencido de que la inseguridad no se va con más efectivos policiales, es una forma de conciencia que debe partir desde la educación y desde los valores y compromiso mismo que tenemos como pueblo y como ciudadanos", aseguró el cura durante esa misa.

Por su parte, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó su dolor y consternación por la muerte del padre Juan Heraldo Viroche. En un comunicado, la CEA, que preside José María Arancedo, indicó: "Nos unimos al arzobispo local (monseñor Alfredo Zecca) en el pedido de un pronto esclarecimiento del hecho y el acompañamiento a la familia del padre Viroche, a los fieles de la Parroquia y la Iglesia de Tucumán".

"Pedimos a Dios que reciba en su Casa a nuestro hermano, el padre Juan, y que su vida y ministerio sea para la Iglesia un testimonio sacerdotal que nos anime a todos a seguir trabajando por una sociedad más fraterna en el servicio a los más vulnerables", sostuvo la Conferencia en su mensaje.

Por su parte, Comisión Nacional de la Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, que forma parte de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la CEA, se unió a las condolencias eclesiásticas e invitó a la celebración de una misa mañana en el santuario San Cayetano del barrio porteño de Liniers, a las 12:00.

Presidirá la eucaristía el obispo de Merlo-Moreno y referente episcopal para la Comisión Nacional de la Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, monseñor Fernando Maletti y concelebrarán el padre José María Di Paola (el "Padre Pepe"), coordinador de la misma entidad y otros sacerdotes.

"El padre Juan era conocido por jugarse la vida en contra del narcotráfico, habló claro hacia adentro y hacia afuera de su comunidad defendiendo la vida en peligro", se dijo. La Comisión también señaló que el padre Viroche "ante sus más íntimos colaboradores expresó un profundo dolor ante las amenazas que recibió por parte de las mafias narcotraficantes".

Finalmente, el obispo de Merlo-Moreno, Fernando Maletti, expresó su dolor ante la muerte de Juan Viroche e indicó que es "aventurado decir si fue un suicidio o una muerte provocada".

Maletti destacó a Viroche como un padre "comprometido con los más pobres", "muy trabajador" y comprometido para "sacar" a los jóvenes de las drogas. Sostuvo que "no sabía" que el cura estaba amenazado y reconoció que "es muy triste y lamentable" la situación.

"No se puede negar la realidad, no es una sensación" ya que "el narcotráfico está instalado en la Argentina", apuntó el prelado. Por otra parte sentó la postura de la Iglesia al afirmar que "hablar de despenalizar la droga es ridículo".

Y por último lanzó un pedido: "No bajemos los brazos, tengamos esperanzas y -como dijo Francisco- pongamonos la patria al hombro".

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