Hoy se encontró con algunos ancianos, supervivientes de escuelas residenciales y otros jóvenes activistas Francisco recibe a dos grupos de indígenas canadienses para pedir perdón por los crímenes en internados católicos

Francisco, reunido con varios grupos de indígenas canadienses
Francisco, reunido con varios grupos de indígenas canadienses

Cada encuentro duró aproximadamente una hora y se caracterizó, señala la nota vaticana, "por el deseo del Papa de escuchar y dar cabida a las dolorosas historias aportadas por los supervivientes"

Lo hace en el marco de un proceso de reconocimiento y de petición de perdón por parte de la Iglesia católica por los abusos que sufrieron en los internados durante procesos de asimilación forzada

Estos encuentros privados concluirán el 1 de abril con una audiencia en la sala Clementina del Palacio Apostólico, con la participación conjunta de las delegaciones y de la conferencia episcopal canadiense

Gerald Antoine: "Reunirnos con el papa Francisco es un paso importante a medida que continuamos abordando la culpabilidad de la Iglesia Católica en el genocidio y la complicidad en lo que muchos niños de las Primeras Naciones experimentaron en las instituciones"

Se calcula que entre 1890 y 1997 alrededor de 150.000 niños indígenas fueron internados a la fuerza en centenares de residencias escolares

El papa Francisco ha comenzado a reunirse desde hoy y durante toda la semana con los representantes de los indígenas canadienses Inuit, Métis y Primeras Naciones en el marco de un proceso de reconocimiento y de petición de perdón por parte de la Iglesia católica por los abusos que sufrieron en los internados durante procesos de asimilación forzada.

De hecho, tal y como afirma la Santa Sede en un comunicado, el Papa se ha reunido con dos grupos de representantes de los pueblos indígenas de Canadá, "unos 10 delegados de los métis y unos 8 de los inuit, acompañados por algunos obispos de la Conferencia Episcopal Canadiense". Cada encuentro duró aproximadamente una hora y se caracterizó, señala la nota, "por el deseo del Papa de escuchar y dar cabida a las dolorosas historias aportadas por los supervivientes".

El papa Benedicto XVI ya había pedido perdón por lo que sucedió en las residencias escolares establecidas por Canadá a finales del siglo XIX dedicadas a la población indígena y que estuvieron en funcionamiento hasta 1997.

Pero el descubrimiento el pasado 6 de junio de los restos de 215 niños, alumnos del Kamloops Indian Residential School, en la provincia de Columbia Británica, hizo revivir la tragedia de los pueblos originarios canadienses y su petición de justicia.

Hasta Roma ha llegado una delegación de 32 ancianos indígenas, custodios del conocimiento, sobrevivientes de escuelas residenciales y otros jóvenes activistas, informó la Conferencia Episcopal canadiense que les acompaña.

Francisco, con algunos supervivientes de los internados canadienses

Los encuentros privados de Francisco concluirán el 1 de abril con una audiencia en la sala Clementina del Palacio Apostólico, con la participación conjunta de las delegaciones y de la conferencia episcopal canadiense, durante la cual el papa tendrá la oportunidad de dirigirse a ellos, informó hoy el Vaticano.

Este encuentro se había ido aplazando debido a la pandemia de coronavirus, mientras que los indígenas han pedido al papa que visite Canadá para pedir oficialmente disculpas por los horrores cometidos por la Iglesia católica.

El pontífice ya había manifestado su intención de visitar Canadá después de la invitación de la conferencia episcopal del país tras el hallazgo de cientos de cuerpos de indígenas en los terrenos de una institución católica y aunque no es oficial, el viaje se podría concretar ya este año.

"Reunirnos con el papa Francisco es un paso importantea medida que continuamos abordando la culpabilidad de la Iglesia Católica en el genocidio y la complicidad en lo que muchos niños de las Primeras Naciones experimentaron en las instituciones", dijo Gerald Antoine, quien encabeza la delegación de Primeras Naciones a Roma.

"Fue responsable de gestionar, incluso en muchos casos, la violencia espiritual, cultural, emocional, física y sexual infligida a nuestros niños”, añadió.

El Gobierno canadiense encomendó a instituciones católicas, anglicanas y protestantes la educación de los niños indígenas que eran apartados de sus asentamientos, incluso sin el consentimiento de sus padres, y en estos internados se les prohibía usar su nombre, su idioma y sus tradiciones.

En estos centros, donde muchos de ellos estaban malnutridos y murieron de enfermedades, no se les daba la misma educación que al resto de niños canadienses, sino que se les encargaban tareas domésticas u otros oficios.

Se calcula que entre 1890 y 1997 alrededor de 150.000 niños indígenas fueron internados a la fuerza en centenares de residencias escolares.

También se estima que unos 4.000 menores murieron durante su estancia en las residencias escolares, aunque algunos académicos y organizaciones consideran esta cifra conservadora.

Internado canadiense

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