Preocupación en la Iglesia de Colombia y Bolivia ante la pandemia Cardenal Salazar Gómez: “De nosotros depende salir no sólo con vida, sino crear situaciones de vida”

Retransmisión de la misa del arzobispo de Bogotá
Retransmisión de la misa del arzobispo de Bogotá

El cardenal Primado de Bogotá ha declarado que “situaciones extremas” deben llevar “a un cambio fundamental en nuestro propio corazón” así como en “las políticas nacionales e internacionales”

Entrevistado por Vatican News, el Vicario Apostólico de Pando, en Bolivia, confiesa sus temores relacionados con la propagación del coronavirus en la población, que no cuenta con medios médicos suficientes

Ser capaces de salir, no sólo "con vida" sino de “crear situaciones de vida”, cambiando profundamente nuestros corazones, exterminando definitivamente injusticia y violencia. Depende sólo de nosotros: fue éste en síntesis el mensaje de la homilía del domingo 29 de marzo del cardenal primado de Bogotá, Rubén Salazar Gómez, en la misa presidida desde la Capilla del Sagrario de la Catedral Basílica Metropolitana de Bogotá y transmitida por segunda vez por televisión, a causa de la emergencia del coronavirus.

En su comentario al Evangelio del quinto domingo de Cuaresma, el prelado subrayó que “situaciones extremas” deben llevar “a un cambio fundamental en nuestro propio corazón” así como en “las políticas nacionales e internacionales”, evidenciando además la necesidad de “avanzar en el camino de la solidaridad y de la fraternidad”.

El también arzobispo de Bogotá recordó la situación de miles de colombianos que viven en la pobreza, exhortando a “luchar denodadamente contra las desigualdades y las iniquidades”, con el imperativo de “exterminar definitivamente de las relaciones humanas la injusticia y la violencia”.

“Pasada esta tempestad que estamos viviendo, podemos volver a nuestros hábitos anteriores, podemos volver a estas situaciones absolutamente injustas y violentas que vive la inmensa mayoría de la población en el mundo”, advirtió Salazar Gómez, manifestando su preocupación ante la "tentación del egoísmo" y el peligro de "anteponer el lucro al amor al prójimo".

Niños juegan en una comunidad del sur occidente de Colombia
Niños juegan en una comunidad del sur occidente de Colombia

Concluyendo su homilía, el arzobispo de Bogotá elevó una oración para vivir este tiempo de pandemia con la fuerza del Espíritu: "Pidamos al Señor que venga hoy, él que es la resurrección y la vida, a darnos la vida. Que su espíritu inunde nuestro corazón de tal manera que podamos vivir en medio de las dificultades, de las angustias, de las luchas, llenos de fuerza, de valentía, de alegría, y de esa manera seamos capaces de transformar el mundo, de hacer de este mundo de muerte, un mundo de vida. El Señor nos lo concede si abrimos nuestro corazón a él".

La celebración, transmitida por el Canal RCN, contó con la presencia de monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá, el padre Jorge Marín, párroco de la Catedral, el padre Carlos Andrés Castillo, Vicario de la Catedral y cuatro religiosas de las Hijas de la Iglesia, quienes, junto con el cantante y el organista, colaboraron manteniendo la distancia de seguridad requerida por la actual situación.

Bolivia, indefensa

Si en Bolivia la pandemia de coronavirus golpeara con fuerza, el país no podría reaccionar ante la emergencia. La conciencia de la impotencia del sistema sanitario boliviano es confirmada con preocupación por Monseñor Eugenio Coter, Vicario Apostólico de Pando, un territorio casi igual en extensión a todo el norte de Italia. "Doy un ejemplo emblemático: en Riberalta, la ciudad donde resido –admite con lúcida amargura – sólo tenemos diez respiradores. En Bérgamo, que tiene más o menos el mismo número de habitantes, hay 1300 y no son suficientes. La prevención es la única arma que puede salvarnos de una oleada de contagio. No tenemos nada más".

"Doy un ejemplo emblemático: en Riberalta, la ciudad donde resido –admite con lúcida amargura – sólo tenemos diez respiradores. En Bérgamo, que tiene más o menos el mismo número de habitantes, hay 1300 y no son suficientes. La prevención es la única arma que puede salvarnos de una oleada de contagio. No tenemos nada más"

Prevención en Bolivia
Prevención en Bolivia

¿Todo el país se ha puesto inmediatamente en cuarentena?
R.- Sí. Hasta ahora, 32 personas han dado positivo, todos importadas del extranjero. El país está completamente bloqueado: las fronteras están cerradas, el transporte se ha detenido, se impide la movilidad de una región a otra y de un municipio a otro. Sólo funcionan los servicios esenciales, pero con un horario de trabajo muy restringido. La población se ha visto obligada a usar guantes y máscaras, con gran esfuerzo y resistencia. Repito: la prevención sigue siendo el único camino a seguir. Esperemos que funcione.
¿Cómo está reaccionando la Iglesia boliviana?
R.- Ha seguido los pasos del gobierno. Al principio interrumpió las reuniones formativas y catequéticas y luego los momentos de oración y celebraciones pasaron a la radio y a la web. Estos son momentos muy seguidos y apreciados. Ahora estamos preparando subsidios para la Semana Santa que, como no podemos hacerlos imprimir, los emitiremos por Facebook para que las familias puedan celebrar el Jueves Santo, el Viernes Santo y el Sábado Santo de manera doméstica.

Mujer de una comunidad indígena, Bolivia
Mujer de una comunidad indígena, Bolivia

¿Y cómo se están comportando los fieles?
R.- Han comprendido la situación y están con nosotros. Por ejemplo, la Misa del domingo pasado fue transmitida por streaming, en un solo día, fue retransmitida dieciséis mil veces: estas cifras demuestran que la gente sigue, y responde positivamente.
También hay preocupación por los pueblos de la Amazonia boliviana, pequeñas comunidades aisladas pero sin posibilidades de reacción si el virus se propagara virulentamente...
R.- Estaba hablando de ello con dos sacerdotes, uno que trabaja en un pueblo fronterizo, el otro regresando de un viaje en barco que duró quince días en el río Madre de Dios para reunirse con unas veinte comunidades amazónicas. Me dijeron que la gente tiene una percepción de lo que está pasando en el mundo y también tienen temor por ellos. Son conscientes de que su fuerza es el aislamiento, pero también son conscientes de que si se produjera un contagio, no tendrían medios para afrontarlo.
¿Están sin ningún tipo de apoyo médico?
R.- En esas zonas, hay un centro médico, sólo tienen unas pocas pastillas de aspirina y paracetamol. Nada más, ni siquiera tienen un termómetro. El único paliativo es la medicina natural: están redescubriendo las bayas y la resina de la tradición de sus antepasados. Pero desafortunadamente contra el virus son inútiles.
¿Cuántas personas viven en la Amazonia boliviana?
R.- Alrededor de un millón doscientas mil personas, algunas dispersas en el bosque y otras que viven en centros urbanos de tamaño mediano y en aldeas de agricultores migrantes y de indígenas locales que no tienen ninguna defensa. En caso que el coronavirus debiera atacarlos, podríamos comparar esta población con un ejército enviado a la guerra totalmente desarmado.

Amazonía
Amazonía Maria das Dores Rodrigues

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